Cada jueves, en las afueras del edificio que sirve de sede a la agencia migratoria en Nueva York, un grupo de sacerdotes, activistas, ciudadanos estadounidenses y algunos migrantes realizan la llamada Caminata de Jericó, para pedir por los migrantes que entran a sus citas migratorias y pedirle compasión a la administración de Donald Trump.

“Queremos seguir caminando en fe y en esperanza de saber que Dios va a mover los corazones de lo que tienen el poder en este momento de las decisiones, que va a mover el corazón del presidente del señor Trump para trabajar por la justicia, el amor y la igualdad”, agregó Fabián Arias, Párroco y activista.

Con cantos, instrumentos y oraciones y soportando el frío este grupo realiza este ritual semanal para traer esperanza a aquellos que llegan con miedo y temen ser deportados.

“Estamos aquí porque nos entristece profundamente la perspectiva de que hermanos y hermanas sean deportados de este país sin tener realmente culpa alguna”, comentó Samita, Activista.

Este miércoles, el zar de la frontera Tom Homan se reunió en el Capitolio de Albany con representantes republicanos y lanzó una advertencia a la gobernadora demócrata Kathy Hochul y a aquellos que se escuden en las políticas de ciudad santuario.

“Las ciudades santuario obtendrán exactamente lo que no quieren: más agentes en la comunidad y más arrestos colaterales”, dijo Tom Homan, Zar de la frontera.

Activistas y abogados de inmigración dicen que en la ciudad de Nueva York han incrementado las redadas y las deportaciones a migrantes. Ángela González, Voz de América, Nueva York.