Encuestas políticas realizadas por encuestadores demócratas y republicanos han encontrado que existe un amplio apoyo para el proyecto de reforma migratoria “tal como está” a pesar de las voces que pedían endurecer la seguridad fronteriza y otros aspectos de la misma.
En un memorándum listo para divulgarse este jueves y adelantado por la publicación Político, los encuestadores Tom Jensen, demócrata, y el republicano Brock McCleary, aseguran que hay un “abrumador apoyo bipartidista para el proyecto” en 29 estados encuestados.
“En los años pasados, hemos visto el incremento de la polarización a lo largo de líneas partidistas cuando se trata de legislar. Sin embargo, el compromiso que se ha logrado con la reforma migratoria es una rara excepción a esa regla”, dice Jensen, que dirige la firma Public Policy Polling, y McCleary, de la empresa Harper Polling.
Según ellos el promedio de apoyo en el país anda alrededor del 68%, con estados como Florida –de donde es originario el senador Marco Rubio, uno de los pilares del proyecto—con el 72% de apoyo, y Texas –de los republicanos Ted Cruz y John Cornyn, opositores a la medida—con 67% que dicen apoyar la reforma como está y el 72% que apoyan se de oportunidad de obtener la ciudadanía a los inmigrantes indocumentados.
Tal compromiso no fue tan obvio este jueves cuando el Senado rechazó por 57 a 43 votos la enmienda del republicano por Iowa, Chuck Grassley, que habría que certificar el control efectivo de la frontera con México durante seis meses antes de que se ponga en efecto la reforma.
El miércoles, el senador John McCain había dicho que una propuesta similar de Cornyn es “una píldora venenosa” que no hay que tragar, manifestando su esperanza de que se encuentre “una alternativa que satisfaga algunas de las preocupaciones (sobre la frontera) sin matar el proyecto”.
Al parecer, el senador Rubio, quien el miércoles aplaudió el lenguaje de Cornyn, trabaja en una versión alternativa.
En un memorándum listo para divulgarse este jueves y adelantado por la publicación Político, los encuestadores Tom Jensen, demócrata, y el republicano Brock McCleary, aseguran que hay un “abrumador apoyo bipartidista para el proyecto” en 29 estados encuestados.
“En los años pasados, hemos visto el incremento de la polarización a lo largo de líneas partidistas cuando se trata de legislar. Sin embargo, el compromiso que se ha logrado con la reforma migratoria es una rara excepción a esa regla”, dice Jensen, que dirige la firma Public Policy Polling, y McCleary, de la empresa Harper Polling.
Según ellos el promedio de apoyo en el país anda alrededor del 68%, con estados como Florida –de donde es originario el senador Marco Rubio, uno de los pilares del proyecto—con el 72% de apoyo, y Texas –de los republicanos Ted Cruz y John Cornyn, opositores a la medida—con 67% que dicen apoyar la reforma como está y el 72% que apoyan se de oportunidad de obtener la ciudadanía a los inmigrantes indocumentados.
Tal compromiso no fue tan obvio este jueves cuando el Senado rechazó por 57 a 43 votos la enmienda del republicano por Iowa, Chuck Grassley, que habría que certificar el control efectivo de la frontera con México durante seis meses antes de que se ponga en efecto la reforma.
El miércoles, el senador John McCain había dicho que una propuesta similar de Cornyn es “una píldora venenosa” que no hay que tragar, manifestando su esperanza de que se encuentre “una alternativa que satisfaga algunas de las preocupaciones (sobre la frontera) sin matar el proyecto”.
Al parecer, el senador Rubio, quien el miércoles aplaudió el lenguaje de Cornyn, trabaja en una versión alternativa.
