El presidente de Yemen Ali Abdullah Saleh acusó al presidente de Estados Unidos Barack Obama de alentar las manifestaciones en su contra y de trabajar junto a Israel para causar levantamientos en Yemen y otras partes del mundo árabe.
Las protestas prosiguen en Saná, la capital de Yemen, para reclamar la salida de Saleh mientras este denuncia un complot orquestado en Tel Aviv bajo supervisión estadounidense para desestabilizar su país y al mundo árabe.
En los últimos años Yemen y Estados Unidos han mantenido una política de cooperación en la lucha contra terroristas de al-Qaeda. Esta constituye la primera vez en la que Saleh ataca a Estados Unidos, uno de sus aliados clave.
“Hay un cuarto de operaciones en Tel Aviv con el propósito de desestabilizar el mundo árabe dirigidas por la Casa Blanca", expresó Saleh, quien ostenta el poder desde 1978 y reusó renunciar antes de que termine su mandato, en 2013.
Una hora después de su discurso, decenas de miles de manifestantes marcharon rumbo a la universidad, acompañados por primera vez por los partidos de oposición y protestaron por la muerte de por lo menos 24 personas por leales al gobernante desde que comenzaran las manifestaciones en Yemen el mes pasado.
Sheik Abdul-Majid al-Zindani, a quien Estados Unidos ha vinculado con la red al-Qaeda, también estuvo presente en la reunión.