Después de meses de palabrerías, juicios, calumnias verbales y casi perder un juicio en toda regla, Elon Musk ahora es el nuevo dueño de Twitter.

El jueves por la noche, Musk cerró su trato de 44 mil millones de dólares para comprar la red social. También inició una purga en la empresa, y al menos cuatro altos ejecutivos, incluido el director ejecutivo y el gerente de finanzas, ya fueron despedidos.

Musk llegó teatralmente a la sede de Twitter en San Francisco llevando un lavamanos, porque su nombre en inglés se presta para un juego de palabras. Y digo: "Digieranlo!”.

La adquisición pone a Twitter en un rumbo incierto ahora. En su cuenta, Musk escribió: “El pájaro está libre”.

El multimillonario prometió que no se convertirá en un “paisaje infernal libre para todos” donde se pueda decir cualquier cosa sin tener consecuencias. Siempre en Twitter, publicó: "Twitter formará un consejo de moderación de contenido con puntos de vista muy diversos. No se tomarán decisiones de contenido importantes ni se restablecerán cuentas antes de que se reúna ese consejo."

El dueño de Tesla, un autodenominado “absolutista de la libertad de expresión”, ha dicho que quiere hacer de la plataforma un lugar más libre para todo tipo de comentarios y que “revertiría la prohibición permanente” del expresidente Donald Trump del servicio. Trump comentó la noticia en la red Truth: “Estoy muy feliz de que Twitter ahora esté en buenas manos, y ya no será dirigido por lunáticos y maníacos de izquierda radical que realmente odian a nuestro país.”

El enfoque de Musk podría exacerbar problemas latentes desde hace mucho tiempo sobre contenido tóxico e información errónea, lo que afectaría los debates políticos en todo el mundo, según expertos como Mike Butcher: “Hay un verdadero signo de interrogación sobre si Twitter puede o no mantener su relativa independencia, su neutralidad de manera efectiva. También ha despedido a ejecutivos clave. Entre esos ejecutivos clave se encuentra el jefe de confianza y política, gente muy experimentada como esa, que ha logrado mantener Twitter al menos en equilibrio durante los últimos años. Y eso es preocupante".

Musk disolverá el directorio de la compañía y ya solicitó el retiro de las acciones de la Bolsa de Valores de Nueva York, poniendo fin de hecho a sus nueve años como empresa cotizada en el mercado bursátil.