Corregir errores cometidos por el Movimiento Al Socialismo (MAS) durante 14 años en el poder fue una de las promesas del presidente boliviano, Luis Arce, cuando asumió el cargo a comienzos de noviembre.
"Nos comprometemos a rectificar lo que estuvo mal y profundizar lo que estuvo bien", dijo entonces el acto de toma de posesión.
Reconciliación Nacional
Expertos con los que conversó la Voz de América explicaron que "el sectarismo" es quizás una de las fallas que deberá revertir el nuevo gobierno de la nación andina.
"El gobierno del MAS (2006-2019) ha sido sectario (...) ha excluído a parte de la población, no la ha tomado en cuenta y sobre todo la ha colocado en el bando enemigo", dijo el académico boliviano Rafael Archondo.
"El sectarismo, pensar que el MAS tiene toda la verdad (...) y pensar que porque tiene toda la verdad tiene que imponerla a los demás", expuso. Archondo argumentó además que "ese error" está asociado a la idea de construir una hegemonía".
Valoró que si en lugar de seguir por ese camino, el MAS impulsa "un gobierno conciliador, un gobierno dialogante, habremos avanzado un gran trecho".
El diplomático Pablo Solón, que sirvió como embajador de Bolivia en la ONU durante el primer periodo de la presidencia del antecesor de Arce, el expresidente Evo Morales, dijo que la clave para el MAS estaría en "construir consensos".
"Que esos sectores radicales que hay en los dos extremos, sean cada vez más minoritarios, para que haya un acercamiento de esa amplia mayoría que es bolivana y que quiere vivir en paz", afirmó Solón.
La diputada Pamela Alurralde, de la fuerza política Comunidad Ciudadana, tiene altas expectativas en materia de reconciliación. "Consideramos que el gobierno tiene que gobernar para todos los bolivianos", dijo a la VOA.
Política exterior
Tan pronto llegó al poder, Arce no solo criticó sino que revirtió rápidamente decisiones del gobierno interino de Jeanine Añez. En materia de política exterior lo más notable fue el reestablecimiento de los nexos diplomáticos con el gobierno de Irán y con el presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, apenas tres días después de hacerse con el cargo.
Arce argumentó que quería "restablecer las relaciones diplomáticas dañadas por el anterior gobierno de facto".
Pero, ¿qué pasará por ejemplo con la relación con Estados Unidos, quebrada durante el gobierno de Morales y reactivada por Añez? Aunque no han sido nombrados embajadores, las relaciones se mantienen, incluso el secretario de Estados estadounidense, Mike Pompeo, felicitó a Arce tras su victoria electoral.
El analista político, Álvaro del Pozo, dijo que espera el nuevo gobierno del MAS deje a un lado la "ideologización" en materia de política exterrior. "Quizás es una buena oportunidad para corregir también ese error. Si bien este gobierno prioriza las relaciones con gobierno como Venezuela, Irán, Argentina, México, donde hay una comunidad ideológica (...) es importante que Bolivia pueda repensar, imaginar una nueva relación con EE.UU.".
"Puedo creer que de parte del vicepresidente David Choquehuanca hay una posición abierta a querer ir hacia un intercambio de embajadores. De parte de Evo Morales, opino que hay la tendencia opuesta, y obviamente, Luis Arce está en el medio de estas dos posiciones y vamos a ver cuál es el resultado en el devenir de los próximos meses en Bolivia, dijo Solón, exembajador de Bolivia en la ONU.
Reformar la justicia
Cómo administrar la justicia se presenta, según analistas, como un tema urgente para Bolivia. Para el académico Archondo, debería ser "el tercer paso después de reactivar la economía y enfrentar el coronavirus".
Explicó que la justicia boliviana "ha actuado al calor de la coyuntura política".
"Inmediatamente llegó al poder Jeanine Añez y comenzó a perseguir a las autoridades del MAS. Casi al día siguiente de que el MAS ganara las elecciones, comienza a hacer exactamente lo contrario", recordó Archondo.
"La justicia en Bolivia no es un poder independiente", dijo, citando por ejemplo que los jueces fueron preseleccionados por una mayoría del MAS y luego colocados en una papeleta para que la gente vote. "Eso no es una garantía de independecia", expresó.
Solón dijo que garantizar la "independencia" de la fiscalía es clave "para garantizar la institucionalidad del país".
"Es una justicia donde los jueces, inmediatamente que sube un nuevo gobierno, se colocan a sus órdenes de forma servil y no tenemos una justicia independiente, autónoma, que actúe y juzgue de acuerdo a la ley y no de acuerdo al gobierno de turno", concluyó.
También puede leer la primera parte de este artículo donde se abordan los desafíos en materia de economía, el enfrentamiento a la pandemia y el regreso del expresidente Evo Morales, en el siguiente enlace.
[Con la colaboración de Rosa Tania Valdés]