En su primer día completo de visita a México, el papa Francisco llamó la atención a la clase política para que trabaje por una "justicia real" y una seguridad efectiva", mientras que a los obispos los instó a tener coraje para enfrentar el narcotráfico.
Sigue a Francisco -paso a paso-
En su visita al Palacio Nacional, para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto, la primera que hace un Pontífice, Francisco dijo que "a los dirigentes de la vida social, cultural y política les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos (...) justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz".
"Cada vez que buscamos el camino del privilegio o el beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte", advirtió.
Luego de su encuentro con Peña Nieto, el Papa se reunió con los obispos y arzobispos mexicanos en la catedral metropolitana, donde también tuvo un duro mensaje.
"La proporción del fenómeno (del narcotráfico), la complejidad de sus causas, la inmensidad de su extensión (...), la gravedad de la violencia que disgrega y sus trastornadas conexiones, no nos consienten a nosotros, pastores de la Iglesia, a refugiarnos en condenas genéricas, sino que exigen un coraje profético", manifestó.
Luego de un descanso en la Nunciatura, el Papa se trasladó en el 'papamóvil' a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, donde un mar de gente apostada a lo largo del camino ondeaba banderas del Vaticano y le lanzaba vivas.
Este domingo, Francisvo viajará a Ecatepec, una sobrepoblada ciudad de la periferia de la capital que vive un repunte de violencia, especialmente hacia las mujeres.
El lunes viajará a Chiapas, en el sur del país, el estado más pobre e indígena de México, donde oficiará una misa con fragmentos en tres lenguas indígenas: tzotzil, tzetltal y chol.