Los planificadores militares de la Alianza se han preocupado durante años por cómo proteger a sus tres miembros bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, de un posible ataque de Rusia.
Las condiciones del suelo están cambiando rápidamente a lo largo de la línea del frente. El deshielo primaveral convertirá los campos congelados en lodazales.
Tras la retirada de las fuerzas rusas, cadáveres de civiles yacían donde cayeron, junto a sus bicicletas, sus autos, en los bordes de las calles, en patios, edificios y viviendas.
Aunque el presidente Vladimir Putin se ha empeñado en afirmar que Rusia sigue las guías de la ONU tras la intervención bélica en Ucrania, las reglas establecidas por las Naciones Unidas, y los hechos desmienten tales afirmaciones.
El Kremlin suspendió el mes pasado el tratado Nuevo START con EEUU, alegando que Rusia no puede aceptar inspecciones estadounidenses en sus centros nucleares.
Si Bájmut llegara a caer a manos de las fuerzas rusas, su presidente, Vladímir Putin, “vendería esa victoria a Occidente, a su sociedad, a China, a Irán”, señaló Zelenskyy.
Rusia ha mantenido su bombardeo a distancia sobre regiones de Ucrania, aunque los ataques nocturnos con drones explosivos Shahed de fabricación iraní están causando pocos daños.
El presidente de Ucrania asegura que el personal de la central está sometido a una presión constante por parte de las fuerzas de ocupación rusas, que, según él, no respetan las normas de seguridad e interfieren en los procesos tecnológicos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció planes para colocar armas nucleares tácticas en la vecina Bielorrusia, una clara advertencia para Occidente a medida que aumenta el apoyo militar a Ucrania y escala la tensión con la OTAN. Iacopo Luzi tiene lo último.
El gobierno de Ucrania ha atacado a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana por sus lazos históricos con la Iglesia Ortodoxa Rusa, cuyo jefe, el patriarca Cirilo, ha apoyado al presidente ruso Vladimir Putin en la invasión de Ucrania.
Esta primavera hay una nueva campaña en Rusia que busca reclutas para reponer sus tropas en la guerra en Ucrania.
Bielorrusia tiene fronteras con tres miembros de la OTAN: Polonia, Lituania y Letonia.
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