Kirill, un niño ruso de 4 años, sordo de nacimiento, puede ahora escuchar gracias a una operación realizada por un médico en Estados Unidos. Su hermano hizo posible la intervención ya que quien lo acompañaría, su madre, falleció inesperadamente, el día anterior a su viaje. Lizandra Diaz, corresponsal de la Voz de América, nos cuenta esta conmovedora historia.