A pesar de la retórica contra China de las campañas presidenciales en EEUU, los seguidores de la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump demuestran su apoyo con mercancía electoral que muy probablemente fue fabricada en la nación asiática.
Si estallara una guerra por Taiwán, advierten estos analistas, el ejército chino podría operar en América Latina y el Caribe para interrumpir las operaciones militares de EEUU o incluso atacar el territorio continental estadounidense.