La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo esta semana que si la administración Biden emite las nuevas reglas para limitar la inversión estadounidense en China, no serán muy perjudiciales para el comercio entre los dos países y se centrarán en preocupaciones de seguridad nacional.
"Estamos analizando detenidamente los controles de inversión salientes, y servirían como complemento de los controles de exportación que tenemos, para asegurarnos de que hemos cubierto todos los canales por los cuales se pueden transferir tecnologías a China que creemos que plantean preocupaciones de seguridad nacional", dijo Yellen.
Las reglas, que se esperan de la administración de Biden en algún momento de este verano, se centrarán en los semiconductores, la computación cuántica y la inteligencia artificial, dijo la secretaria del Tesoro.
Yellen agregó que tendrán un "alcance limitado" y "no serían controles amplios que afectarían ampliamente la inversión estadounidense en China” o, en su opinión, “tendrían un impacto fundamental al afectar el clima de inversión para China".
La funcionaria hizo los comentarios en una entrevista con Bloomberg Television el lunes, al margen de una reunión de los ministros de finanzas de las economías más grandes del mundo en Gandhinagar, India.
Yellen explicó que había hablado con funcionarios chinos sobre las reglas y dijo:
"Lo que traté de explicar a nuestros homólogos chinos es que nuestro deseo es hacer que estas políticas estadounidenses estén claramente enfocadas en la seguridad nacional, sean transparentes y estrechas, y que no intentar sofocar el progreso económico en China. Tenemos, y queremos seguir teniendo, lazos económicos profundos".
Yellen fue cuidadosa en sus declaraciones para sugerir que aún no hay una decisión final sobre las reglas para las inversiones.
Adición a los controles de exportación
El esfuerzo de la administración Biden en los últimos dos años para evitar que China obtenga ciertas tecnologías, y un esfuerzo de varios años por parte de EEUU para impedir que ciertas empresas tecnológicas chinas participen en infraestructura esencial, como los sistemas de banda ancha 5G, han enfurecido a China.
Más recientemente, la administración implementó medidas para impedir que las empresas chinas compren microprocesadores de última generación y equipos para fabricarlos.
Estas políticas han dado lugar a acusaciones por parte de China de que el objetivo de EEUU es bloquear su progreso económico para evitar que desempeñe un papel más importante en la economía global y en las relaciones internacionales.
Esas preocupaciones se repitieron después de los comentarios de Yellen.
China responde
En una conferencia de prensa el lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, comentó sobre al respecto.
“China se opone a la politización de los asuntos comerciales y tecnológicos por parte de Estados Unidos”, dijo. "A nadie le interesa imponer restricciones arbitrarias a la cooperación y el comercio tecnológico normal, violar los principios de la economía de mercado y desestabilizar las cadenas industriales y de suministro mundiales".
Agregó: "Esperamos que Estados Unidos cumpla con el compromiso del presidente Biden de no buscar 'desvincularse' de China, detener el desarrollo económico de China o contener a China y crear un entorno sólido para la cooperación económica y el comercio entre China y Estados Unidos".
En sus comentarios del lunes, Yellen enfatizó el deseo de la administración de mejorar las relaciones con China.
"Ahora tenemos un nuevo equipo económico en China con el que necesitamos establecer relaciones. Necesitamos que nuestra relación vuelva a ser un lugar más estable con más solidez, y tratar de promover el entendimiento general entre nuestros países", dijo.
Problemas económicos chinos
En el trasfondo de la discusión sobre las restricciones estadounidenses a la inversión en el extranjero en China, hay cada vez más evidencia de que la economía china está en apuros. El crecimiento económico se ha desacelerado drásticamente y el yuan ha perdido valor frente a otras monedas mundiales.
El lunes, las cifras oficiales publicadas por Beijing dijeron que la economía había crecido solo un 0,8 % desde finales del primer trimestre de 2023 hasta finales del segundo trimestre, una tasa mucho más baja de lo esperado.
También esta semana, el atribulado conglomerado de bienes raíces del país, Evergrande, reveló que en 2021 y 2022 perdió más de 81.000 millones de dólares y aún tiene obligaciones por valor de 340.000 millones, incluidos unos 140.000 millones a proveedores de materias primas y a muchos miles de chinos que pagaron por adelantado para casas que nunca se construyeron.
Evergrande se ha convertido en un símbolo del sector inmobiliario profundamente atribulado del país, que está inundado de deudas incobrables.
En sus comentarios del lunes, Yellen destacó las dificultades de China y dijo que existe cierto peligro de que la debilidad de su economía tenga un impacto en todo el mundo.
"China ha visto un crecimiento más lento de lo que esperaba al abrirse del COVID. El gasto de los consumidores ha sido relativamente débil. Parece que los consumidores están más concentrados en restaurar su seguridad de ahorro, por lo que el crecimiento ha sido lento cuando, como saben, el desempleo juvenil es bastante alto allí", señaló.
Además, dijo que espera que una desaceleración en China tenga solo un pequeño impacto en los EEUU.
"Los países dependen del fuerte crecimiento de China para promover el crecimiento de sus propias economías, en particular los países de Asia, y el lento crecimiento de China puede tener un efecto indirecto negativo en Estados Unidos", dijo.
"Nuestro crecimiento se ha desacelerado, pero el mercado laboral sigue siendo bastante fuerte y yo no espero una recesión", concluyó.
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