El republicano Ted Cruz y el demócrata Bernie Sanders están rezagados en el número de delegados en sus respectivos partidos para lograr la nominación presidencial, pero cada uno de ellos logró una importante victoria el martes en estado de Wisconsin.
Cruz derrotó a Donald Trump por 48% a 35% y calificó su victoria como un "momento crucial" para Estados Unidos.
"Hoy es un punto de quiebre... tenemos una opción, una opción real", dijo Cruz en Milwaukee, donde se declaró ganador. La opción a la que se refería era, por supuesto, Trump.
Pero Cruz también tuvo palabras para la ex secretaria Hillary Clinton, derrotada en las primarias demócratas por el senador Bernie Sanders.
"Fue una mala noche para Hillary en las primarias demócratas... pero una noche aún peor en las primarias republicanas", dijo, asegurando que él —y no Trump— podría derrotar a Clinton en noviembre, como lo indican algunas encuestas.
Al final de su discurso, Cruz advirtió: "Hillary, prepárate, aquí vamos".
No obstante, los resultados de las primarias demócratas siembran algunas dudas sobre la inevitabilidad de la nominación de Hillary Clinton.
Sanders, declarado ganador por unos 10 puntos sobre Clinton, 55% a 45%, ha ganado siete de las últimas ocho elecciones primarias y asambleas partidistas, y aunque el margen de delegados entre ambos es grande en favor de Clinton, el impulso le favorece de cara a la crucial primaria de Nueva York, el 19 de abril.
"Impulso es comenzar la carrera 60 puntos abajo... y ahora algunas encuestas nos ponen o un punto arriba o uno abajo de Hillary Clinton", dijo Sanders desde Laramie, Wyoming, donde se declaró ganador.
"Impulso es que las encuestas muestren que estamos derrotando a Donald Trump por un margen mayor que el de Hillary Clinton", agregó.
Los triunfos de Cruz y de Sanders no parecen tener suficiente peso matemático como para modificar demasiado la competencia por el número de delegados que son los que al final deciden a los nominados, pero en el campo republicano con solo mantener a Trump lejos de los 1.237 delegados que necesita, podría llevar a la primera convención disputada en cuatro décadas.