El gobernador de Wisconsin Scott Walker presentó un presupuesto a la legislatura estatal para dos años que recorta mil 500 millones de dólares en ayuda para las escuelas públicas y los gobiernos locales, en medio de una intensa disputa con los trabajadores por haberles reducido derechos sindicales.
El proyecto de ley eliminaría derechos de negociación colectiva para la mayoría de los empleados del estado, una medida que en opinión del gobernador republicano ahorrará al estado $ 30 millones de dólares este año y $ 300 millones en los próximos dos.
También significará una disminución de alrededor de 470 millones de dólares en los fondos destinados al sistema de educación pública, y sólo la universidad de Wisconsin perderá 250 millones en ayuda que recibía del estado.
La medida ha originado gran revuelo nacional y desencadenado protestas de miles de trabajadores en Madison, la capital estatal. Según el gobernador Walker sólo con las concesiones de los sindicatos podrá hacerse frente a un proyectado déficit de tres mil 600 millones de dólares.
Protestas en el Capitolio
La policía se opuso a retirar por la fuerza a los manifestantes de Wisconsin que permanecían en el Capitolio para protestar contra la medida de recortes de los derechos laborales.
La agencia estatal que se encarga del Capitolio había pedido a la multitud de manifestantes que acamparon dentro del edificio desde el 15 de febrero que se marcharan para las 4 de la tarde, indicándoles que era urgente limpiar el lugar.
Sin embargo, la mayoría de los manifestantes se opuso a desalojar el lugar y la policía decidió no obligarlos a marcharse.
El jefe de la policía del Capitolio de Wisconsin, Charles Tubbs, indico que ningún manifestante sería arrestado siempre y cuando continúen obedeciendo la ley.
"La gente aquí ha actuado legal y responsablemente. No hay razón para considerar su arresto", dijo Tubbs.
La única orden que recibieron los manifestantes es la de reubicarse en la planta baja del edificio, y además la policía permitirá que funcionarios de los sindicatos traigan alimentos al edificio para los manifestantes durante la noche.
Los manifestantes duermen en el interior de la sede del poder legislativo desde el pasado 15 de febrero y buscan eliminar una iniciativa de ley impulsada por el gobernador republicano Scott Walker.
La iniciativa restringe los derechos de los trabajadores sindicalizados del gobierno estatal, negándoles su derecho a negociar colectivamente y limita condiciones laborales e incrementos salariales. Los dirigentes sindicales y legisladores demócratas afirman que la propuesta busca socavar a los sindicatos y debilitar la base de votantes del Partido Demócrata.
Por su parte, Walker insiste en que esta iniciativa es necesaria para que el estado pueda equilibrar su presupuesto.
Defiende la medida argumentando que ayudaría a disminuir un déficit calculado en $ 3.600 millones de dólares en el presupuesto del 2011 al 2013, y que el librar a los gobiernos locales de tener que negociar colectivamente con sindicatos de empleados públicos les ofrecería la flexibilidad necesaria para afrontar próximos recortes presupuestales.
"Llegó la hora de que alguien se levante y diga la verdad en nuestro estado, que diga este es el problema que tenemos, este es la solución y hagamos esto", apuntó el gobernador.
Miles de personas se congregaron en Columbus, Ohio, donde los legisladores consideran una iniciativa similar. También hubo movilizaciones en las ciudades de Topeka, Kansas; Harrisburg, Pensilvania; y Olympia, en el estado de Washington.
La protesta en Madison (Wisconsin) atrajo la mayor multitud a la fecha: unas 70.000 personas.