Las voces críticas a la decisión de Wikileaks de publicar documentos clasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos se continúan sumando desde todo el mundo, mientras sólo aparecen unas pocas voces de apoyo.
En Estados Unidos la coincidencia emerge desde la Casa Blanca, que deploró la filtración porque, dijo, "pone en riesgo a nuestros diplomáticos, profesionales de inteligencia y a gente de todo el mundo que recurre a Estados Unidos en busca de asistencia para promover la democracia y un gobierno abierto".
Esta declaración recibió el apoyo del ex presidente George W. Bush, quien dijo que "las filtraciones son muy dañinas y la gente que efectúa las filtraciones debe ser procesada".
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El ex presidente Bush dijo durante una entrevista, moderada por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y el abogado general de la empresa, Ted Ullyot, que “si tienes una conversación con un líder extranjero y acaba en un periódico, no le va a gustar. A mí, no me gustó" cuando era presidente y se filtraron documentos confidenciales, recordó el ex mandatario.
También Gran Bretaña, Francia, Australia, Irak y Pakistán criticaron la filtración. Es una "revelación irresponsable", dijo la cancillería paquistaní, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores iraquí Hoshyar Zebari dijo que era "contraproducente e inoportuna".
Otra manifestación crítica a Wikileaks provino de la región Latinoamericana. "El Gobierno de Colombia lamenta la filtración de documentos diplomáticos de los Estados Unidos y se solidariza con la administración del presidente Barack Obama por lo que considera un enorme riesgo para la seguridad del pueblo estadounidense y de sus funcionarios", dijo el presidente colombiano Juan Manuel Santos en una declaración.
Justificación
Incluso la ex candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano, Sarah Palin, no ahorró críticas para el fundador de Wikileaks, Julian Assange, aunque cuestionó la forma en la que el gobierno del presidente Obama ha confrontado las filtraciones.
Palin se refirió a Assange como un activista "antiamericano con sangre en sus manos" y rechazó que sea un periodista, e incluso llegó a compararlo con "el editor de la revista de al-Qaeda Inspire".
El fundado de WikiLeaks, Julian Assange, justificó la publicación de los documentos diciendo que lo hacía porque Estados Unidos intentaba encubrir evidencia de "abusos a los derechos humanos y otros comportamientos criminales”.
Sin embargo, el secretario de Justicia Eric Holder dijo que el gobierno está sentando las bases para una investigación penal y quien sea encontrado culpable de haber violado la ley estadounidense "tendrá que rendir cuentas", advirtió.
Chávez y Ecuador solidarios
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez en cambio felicitó a Wikileaks por la publicación y sugirió que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton debe renunciar. También el mandatario venezolano se solidarizó con Assange, quien “anda prácticamente clandestino”.
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Por su parte, el vicecanciller de Ecuador, Kinto Lucas, ofreció residencia permanente a Assange a cambio de que revele la información que tiene disponible sobre el país y otras naciones latinoamericanas.