Una delegación estadounidense visitó en Cuba al contratista Alan Gross, quien cumple una condena de 15 años de cárcel por presuntos delitos contra la nación de gobierno comunista.
La estratega política Donna Brazile dijo que los integrantes de la delegación hablaron con Gross por aproximadamente 4 horas y lo encontraron de “buen ánimo”. Dijeron que “no está amargado”, pero sí ansioso de regresar a Estados Unidos.
La delegación estadounidense visita Cuba como parte de un viaje patrocinado por el Centro para la Democracia en Las Américas, el cual trabaja para mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, un proceso que se ha visto afectado por el caso Gross.
El contratista estadounidense fue arrestado en La Habana en diciembre de 2009, por llevar equipos de comunicaciones a Cuba. Gross ha dicho que solo trataba de mejorar el acceso a Internet para la pequeña comunidad judía de la Isla.
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter se reunió con Gross en marzo y pidió a las autoridades cubanas que lo dejaran en libertad. Carter cree que Gross es inocente de delitos graves, pero también dice que las autoridades cubanas le dijeron claramente que no dejarían en libertad al contratista estadounidense.
La madre y la hija de Gross padecen cáncer y se ha pedido al gobierno de Cuba que lo deje en libertad por razones humanitarias.
