La capital de Estados Unidos es la ciudad donde se escribe la historia, donde decenas de políticos, personas trajeadas y de maletín, transcurren por el trajín de esta ciudad de oficinas y edificios federales que conforman la identidad de este país.
La mira de los clásicos está presente en cada rincón; el Archivo Nacional y la Comisión Nacional el Memorial de la Segunda Guerra Mundial o la Biblioteca Nacional guardan la memoria de cómo se configuró el país y todos sus símbolos, desde la Declaración de Independencia hasta la bandera.
Una propuesta de itinerario
Mi viaje arranca frente al Congreso de Estados Unidos, esa mole de inmensas magnitudes que se compone como el eje de toda fotografía de la ciudad. Frente a él el Mall Nacional, un recuerdo de los Campos de Marte frente a la Torre Eiffel en País, que conducen hasta el Obelisco, apuntando al cielo rodeado de la bandera nacional.
Pero no se puede avanzar sin dejar de mirar a los lados: el Museo de las Noticias, el Museo de Indio-Americano, la Voz de América, el Museo de Arte, el Museo de Historia, el de Ciencias Naturales, el del Espacio…
Un camino por el Mall es siempre un paseo de reflexión y admiración, hasta que se llega frente al Memorial de Abraham Lincoln, que todo lo ve desde esa altura.
Una fotografía en la Casa Blanca y un buen rato de espera por si podemos encontrar a Michelle Obama en el huerto o a Barack Obama reunido bordeando la residencia presidencial.
Los barrios de Washington
La bicicleta es una buena herramienta para recorrer la ciudad, repleta de monumentos o memoriales, como los del Mount Vernon, o los senderos de la capital.
Disfrute de un batido de chocolate en U Street, el histórico Broadway afroestadounidense de Washington, DC. El hogar de la infancia de Duke Ellington, el Monumento a los afro-americanos en la Guerra Civil y otros puntos de interés. Disfrute de un cóctel y de un espectáculo de jazz en vivo en la calle U, o dirigirse al barrio de Adams Morgan, donde encontrará una variedad infinita de platos de todo el mundo. Etiopía, Vietnam, y mucha América Latina.
Pero uno no puede abandonar Washington sin desayunar unas magdalenas recién hechas en Georgetown, donde encontrará bares y cafés en las ocasionales en y alrededor de M Street y la avenida de Wisconsin. Boutiques de lujo y nuevos diseñadores configuran este barrio como uno de los distritos comerciales de la ciudad.
Para el café de mediodía le espera Dupont Circle, donde puede disfrutar de una exposición en The Phillips Collection, de arte moderno, el hogar de algunas de las pinturas más apreciadas del mundo de Cézanne, Renoir y otros artistas notables.
Cuando el día termina y lo que busca es relajarse, una valiosa recomendación le dirigirá al Old Town Alexandria, repleto de restaurants y con un agradable paseo hasta el rio.
