Como si la penumbra en que se vio sumida un tercio de la población brasileña el pasado martes por la noche aún no se disipara, las explicaciones sobre las causas meteorológicas del apagón que dejó a oscuras a las dos grandes ciudades brasileñas, Sao Payulo y Rio de Janeiro, no consiguen convencer.
Las contradicciones surgidas desde las propias organizaciones gubernamentales, no hicieron más que aumentar la confusión este jueves, cuando el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, rechazó la versión del gobierno, al señalar en un comunicado que "las posibilidades de que un rayo haya sido la causa del apagón son mínimas".
La apreciación fue realizada por el INPE en base al análisis de su Grupo de Electricidad Atmosférica y establece que "aunque hubiese una tempestad en la región próxima a Itaberá (en el sur de Sao Paulo), con actividad de rayos en el horario del apagón, las descargas más próximas estaban aproximadamente a 30 kilómetros" de distancia de la estación que sufrió los daños, y a 10 y 2 kilómetros de distancia, respectivamente, de las líneas de transmisión que salen de Itaipú.
También el INPE destaca que los rayos registraron una descarga menor a 20 kiloamperes (KA), lo que "no sería capaz de producir una desconexión de la línea, incluso si incidiese directamente sobre ella". Para los especialistas, "sólo descargas con intensidades superiores a 100 kA, directamente sobre la línea, podrían causar una desconexión de las líneas de transmisión que operan con tensión tan elevada como las de Itaipú".
El apagón de la noche del martes interrumpió el suministro eléctrico en 18 de los 26 estados afectando a 70 millones de brasileños, y también dejó sin electricidad a Paraguay, aunque sólo por 15 minutos.
El Gobierno de Brasil culpó a una fuerte tormenta por el corte de electricidad que dejó a oscuras a sus principales centros económicos por más de cinco horas. El peor apagón en una década en Brasil se debió a una combinación de factores atmosféricos como relámpagos, lluvias y fuertes vientos que provocó un corto circuito en las tres líneas de transmisión del estado de Sao Paulo.
El fenómeno, generó un efecto dominó que apagó la represa hidroeléctrica de Itaipú, la mayor del mundo en operaciones, había dicho el miércoles el ministro de Energía, Edison Lobão, en una conferencia en Brasília donde señaló que “nuestra red es fuerte y resistente, pero hay momentos en los que el sistema simplemente no puede aguantar".
Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva salió al paso de las críticas a la falta de inversión en el sector energético y dijo que la inversión en las líneas de transmisión en los últimos siete años equivalen a un 30 por ciento de lo que se gastó en los 120 años previos."No tuvimos falta de generación de energía. Tuvimos un problema en la línea de transmisión", dijo Lula a periodistas en Brasilia.