Es engañoso que América Latina sea de los "proveedores más grandes" de menores víctimas de tráfico infantil sexual y de órganos como dijo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Según expertos y organizaciones internacionales, los datos sobre trata infantil incluyendo sexual y de órganos son limitados ante las dificultades para identificar a las víctimas, por lo que no se puede determinar cuál región es la más "grande" o afectada como dice el mandatario salvadoreño.
Durante una conferencia de prensa, al presentar la película “Sound of Freedom”, el presidente salvadoreño dijo:
“Latinoamérica es uno de los proveedores más grandes de niños para todo este tráfico, alguna parte es su tráfico sexual, otra parte es tráfico por órganos”.
Este discurso en el canal oficial de la Secretaría de Prensa de El Salvador en YouTube tiene más de 261.000 visitas. Un extracto de video sobre el mismo discurso en Twitter cuenta con más de 12.000 reproducciones.
La película “Sound of Freedom”, que aborda el tema del tráfico infantil y que fue proyectada en un evento especial para funcionarios de El Salvador, ha sido señalada de promover discursos que desinforman, según evidencias compiladas por verificadores de hechos como Animal Político y Factchequeado.
El equipo de Comunicación del Gobierno de El Salvador no respondió a una solicitud de comentarios de la Voz de América para este reporte.
Cifras de tráfico y trata son limitadas
Aunque existen estimados sobre tráfico o trata infantil, organizaciones internacionales y expertos consideran que, ante las dificultades para detectar a las víctimas, los datos sobre ese flajelo son demasiado limitados como para establecer comparaciones por regiones.
Según el último Informe Mundial sobre la Trata de Personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en el 2022 por primera vez "disminuyó el número de víctimas de este delito detectadas en todo el mundo", pero no hay una localización total de víctimas.
La dificultad para detectar a las víctimas se debe a varios factores, como “menor capacidad institucional”, cambios en los patrones de los traficantes tras la pandemia, así como “el desplazamiento de algunas formas de trata hacia ubicaciones más ocultas y con menos probabilidades de ser detectadas”, estima la UNODC.
Fernando Salas Ventura, analista del área de datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), una coalición de decenas de organizaciones civiles que defienden los derechos de la infancia, explicó a la Voz de América que la información oficial sobre el tráfico sexual infantil y de órganos en América se da en un contexto de “impunidad” al márgen de la ley.
“Cuando decimos que la información a nivel regional es limitada nos referimos a que para el año de 2021, por ejemplo, los países de América Latina y el Caribe que reportaron víctimas de explotación sexual a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito fueron solamente seis: Argentina (37 casos), Belice (menos de cinco casos), Colombia (26 casos), República Dominicana (28 casos), Ecuador (menos de cinco casos) y México (menos de cinco casos). Esta información no se puede comparar con el resto de las regiones porque la mayoría de los países en América Latina no tienen información disponible para el año”, explicó.
De acuerdo con un análisis de expertos en datos de REDIM, las víctimas de tráfico de menores hasta 2018 fueron 16,217, según cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Europa del oeste y sur, Asia del sur, África Subsahariana y América del Norte (México) figuraron como las principales regiones de tráfico infantil. No obstante, las cifras se consideran limitadas.
Por otro lado, las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de acuerdo a un análisis publicado en septiembre de 2022, estiman que un total de 3,3 millones de niños se encuentran en situaciones de trabajo forzoso, es decir, aquel trabajo o servicio exigido a una persona bajo amenaza de una pena.
“Un total de 1,7 millones de niños están en explotación sexual comercial, lo que constituye más de la mitad de todos los niños en trabajo forzoso”, destaca el reporte de la OIT.
Suamhirs Piraino-Guzman, licenciado en psicología conductual, relator especial de Naciones Unidas y ex miembro del Consejo Asesor Federal de la Trata de Personas, dijo a la Voz de América que aún con estas cifras, el reporte de la OIT no señala a América Latina como "mayor proveedor de menores con fines de explotación sexual".
“No hay informes ocultos que nombren a América Latina como el mayor proveedor de personas para cualquier tipo de tráfico”, dijo.
Si bien las personas que emigran de América Latina a EEUU, Canadá o Europa se convierten en potenciales víctimas, no se cuenta con cifras suficientes para nombrar a la región como mayor proveedor, agregó.
Destacó además que aunque existe tráfico de órganos de niños y niñas, este flajelo no se estudia al punto de declarar como “epicentro” alguna determinada región en el mundo.
Gobiernos y su responsabilidad en el tráfico infantil
Expertos en trata y tráfico infantil coinciden en que los gobiernos de Latinoamérica carecen de políticas para detectar y atender este delito y proteger a las víctimas.
Piraino-Guzman explicó que no hay en Latinoamérica leyes y políticas adecuadas para apoyar a las víctimas de trata y llevar a los traficantes ante la justicia.
“Muchos de los países en Latinoamérica, incluyendo el Salvador, no tienen buenas leyes, no tienen buenas políticas, no tienen muy buenas maneras de proteger a las víctimas de trata de personas”, señaló.
Tania Ramírez Hernández, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), dijo a VOA que en México han identificado que ciertas cifras de trata o tráfico han disminuido, sin embargo han detectado que las desapariciones ligadas a la infancia pudieran estar ligadas con “apropiaciones ilegales, con robos de niños para hacer apropiaciones ilícitas y también con el tráfico de órganos”.
Situación de trata de personas en El Salvador
Un informe del Departamento de Estado de EEUU sobre la situación de la trata de personas en El Salvador en 2022 destacó que el país “no cumple plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata”, aunque ha hecho algunos esfuerzos.
El reporte agrega que lo que se ha hecho es condenar a más traficantes, y algunos esfuerzos por detectar a las víctimas.
El Departamento de Estado consideró que las autoridades "no implementaron procedimientos para identificar posibles víctimas de trata entre niños detenidos por actividades ilícitas relacionadas con pandillas o personas desplazadas por la fuerza de sus hogares".
También señaló que el gobierno "no inició ninguna investigación o condena de funcionarios presuntamente cómplices de delitos de trata de personas, ni informó sobre el progreso de indagatorias pasadas" y que "el consejo contra la trata del gobierno estuvo inactivo y no redactó un nuevo plan de acción nacional contra la trata".