Tiendas de ropa y calzado, de productos electrónicos e, incluso, complejos de cines con sus palomitas de maíz ofreciendo sus servicios por delivery. El sector comercial venezolano ha buscado sobrellevar los embates de la cuarentena por el coronavirus, pero las cámaras que los agrupan piden un respiro a casi tres meses de la llegada del virus al país.
Felipe Capozzolo, presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) explica a la Voz de América que ya al llegar la pandemia, la situación del sector no era favorable.
En los últimos cinco años, indica, Venezuela tenía un registro de pérdida de 75 puntos porcentuales en materia de aporte del comercio al Producto Interno Bruto (PIB).
“Solamente el 2019, el comercio estaba proyectado para perder unos 40 puntos en un solo año, eso cambió un poco (…) solamente por el fenómeno del último trimestre, que fue la dolarización”, agrega.
Con el complejo panorama económico del país, y “a pesar de que hemos hecho esfuerzos importantísimos en la empresa privada”, indica, solamente un 10% del segmento del comercio ha podido trabajar y ser considerado sector prioritario, en referencia a la industria alimentaria, salud y medicamentos, y telecomunicaciones, con algunos sectores aledaños.
Capozzolo explica que el sector comercio genera más del 50% del empleo del país.
“El comercio de un país es fiel reflejo del perfil poblacional. Si tú tienes que Venezuela es un país en que el 90% de la gente no tiene capacidad de ahorro, capacidad financiera para ir más allá de unos días detenidos, sin poder generar ingresos. Bueno, los comercios son fiel espejo de esa situación”, apunta.
Buena parte de este sector está concentrado en los centros comerciales del país.
“La industria de centros comerciales es la vitrina del país, es el termómetro de cómo está incluso el sector comercial del país”, afirma a la VOA Claudia Itriago, directora ejecutiva Cámara Venezolana de Centros Comerciales (Cavececo). “
Esta cámara tiene 133 centros afiliados, con un aproximado mínimo de 300 locales por cada uno. Estas estructuras generan empleo directo para unas 500.000 personas.
“Cerrar durante tres meses ha sido un sacrificio bastante grande, tanto para el comerciante como para el centro comercial”, apunta Itriago.
A pesar que el gobierno en disputa ha realizado algunas flexibilizaciones los fines de semana para personas mayores y los menores de la casa, estos centros de esparcimiento no han estado incluidos.
Un lugar donde quizás se ha visto más reflejada esta situación es en el insular estado de Nueva Esparta, que, debido a su condición de puerto libre, era concurrido en busca de compras a mejor precio.
“Ya nos toca comenzar abrir santamarías (cortina metálica arrollable de uso común en comercios) para poder cumplir con los compromisos laborales, que no podemos seguir manteniendo”, apunta a la VOA, Jesús Manuel Irausquín, director de la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción de Nueva Esparta.
“El comercio está muy golpeado. Afortunadamente, y creo que hay que decirlo, se ha hecho una gran esfuerzo en los sectores primarios”, agrega, refiriéndose a comercios como supermercados y farmacias.
Apunta que la contingencia por el coronavirus agarró al sector en la isla con “unos inventarios bastante altos” y asegura que ha seguido entrando mercancía, específicamente alimentos.
El sector comercio y turístico, considerados complementarios en esta región, representan el 90% sector laboral en la isla.
¿Qué busca el sector?
Al conversar con el gremio sobre la reapertura, las palabras que más se repiten son “controlada”, “por fases” y “segura”.
El presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció esta semana que el país iniciaría un plan para salir del confinamiento a partir del 1 de junio. Este mismo jueves, 28 de mayo, el mandatario dijo que el viernes o sábado dará detalles, pero que uno de los sectores que arrancará es el de construcción.
Las decisión llega cuando Venezuela ha tenido un repunte de contagios, con casos importados, que ha llevado, hasta el jueves en la tarde, a 1.245 casos confirmados y 11 muertos.
Las tres cámaras entrevistadas han podido presentar planes para reabrir el sector a funcionarios del gobierno.
“Lo primordial es comenzar. Si no hay comienzo no hay desarrollo. Prácticamente en Venezuela nos toca arrancar de cero, el que pueda arrancar (…) y lo más importante los protocolos, aplicar protocolos seguros”, afirma Capozzolo.
Consecomercio tiene cuatro recomendaciones puntuales: el control de aforo, distancia social, utilizar todos los implementos de seguridad - como guantes y mascarillas- a los que podamos apelar y guardar todas las normas de higienes requeridas.
Itriago apunta, que las recomendaciones que ellos ofrecen como cámara, son solo eso, recomendaciones, pues “cada centro comercial se adaptará a los protocolos que pueda y según su naturaleza”, con la seguridad de los comerciantes y los visitantes en mente.
En el caso de Nueva Esparta, Irausquín afirma que los centros comerciales ya se preparan para instaurar medidas como controlar el ingreso de personas, medir la temperatura corporal de los visitantes o en, las ferias de comida, guardar distancia entre una mesa y otra.
Capozzolo comenta: “Tenemos que aprender a convivir con eso y protegernos, y allí tenemos los ejemplos” de cómo hacerlo de la forma más segura posible, refiriéndose a los sectores que han seguido trabajando.
“Con un plan, con unas fechas, dando ya parámetros de cómo va ser esta reinserción (…), ya es más fácil para la industria programarse”, agrega, aparte, la directora de Cavececo.