La puerta de una negociación política en Venezuela volvió a abrirse hace tres semanas con el fin de que las partes en conflicto se sentaran a hallar una solución a la prolongada crisis que vive el país luego de que la oposición liderada por Juan Guaidó propusiera lo que llamó un “acuerdo de salvación nacional”.
Hasta el momento, solo se ha dicho que, en el marco de este proceso, se adelantaron “gestiones formales” con el Reino de Noruega, cuyos representantes han visitado la nación suramericana este año al menos en dos ocasiones. La fecha, lugar o incluso los delegados de los actores en conflicto están por concretarse.
Las reacciones de la comunidad internacional, que dirigentes consideran importante en la veeduría para este nuevo intento de diálogo, han sido cautelosas, más allá de comentarios como los de Estados Unidos y Canadá a favor de buscar un consenso. En ese contexto, ¿qué buscan las partes interesadas?
¿Qué pide el oficialismo?
Desde que Guaidó presentó su propuesta de un acuerdo semanas atrás, el Gobierno de Nicolás Maduro ha expresado su disposición de sentarse con “toda la oposición”, con el apoyo de la comunidad internacional.
“Estoy de acuerdo, lo ratifico, con una gran mesa de diálogo nacional. Estoy de acuerdo que participe el Gobierno de Noruega. Estoy de acuerdo que se inviten a diversos sectores internacionales”, afirmó Maduro este miércoles (26 de mayo) en declaraciones transmitidas por el canal oficial y sus redes sociales.
Aprovechó para poner sobre la mesa, al menos públicamente, cuáles serían sus tres peticiones para iniciar un nuevo proceso de diálogo con la oposición.
La primera sería el levantamiento “inmediato” y “completo” de sanciones y lo que considera “medidas coercitivas unilaterales”, las que, según ha expresado el oficialismo venezolano, ha afectado la economía del país.
También, está sobre la mesa el reconocimiento a la Asamblea Nacional, electa en diciembre y de mayoría oficialista, y de “los poderes establecidos en Venezuela”. Decenas de países, incluido Estados Unidos, reconocen al líder oposito Juan Guaidó como presidente interino del país, tras no reconocer las elecciones de 2018 donde Maduro habría resultado reelecto.
La última demanda presentada por Maduro es la “devolución” de las cuentas bancarias y activos a las instituciones venezolanas en el exterior. “¿Quieren negociar? Pongo esos tres puntos. Y vamos, donde ustedes quieran, en Venezuela, en el Caribe, en América Latina, en Noruega. Donde quieran nos sentamos”, ratificó Maduro.
¿Qué pide la oposición?
El objetivo central de esa iniciativa presentada por Guaidó es “recuperar la democracia” mediante la consecución de objetivos “realistas y viables”, explicó el joven líder opositor en un video publicado en sus redes sociales al presentar la propuesta.
A la cabeza de esas metas, destaca la convocatoria de “elecciones libres y justas” para la Presidencia, el Parlamento nacional, las 23 gobernaciones, y las 335 alcaldías más la Alcaldía Mayor.
Una negociación política con Maduro debe priorizar la atención de “la emergencia humanitaria” y la crisis sanitaria generalizada por la pandemia, dijo. En este punto, enfatizó en que es necesario el ingreso masivo de vacunas.
La oposición también se plantea mecanismos que permitan “la reinstitucionalización del país” y exige la liberación de los más de 300 presos políticos, según cifras de ONG, el regreso de los exiliados y la instauración de una “justicia transicional”.
Guaidó aseguró que su propuesta cuenta con el aval de Estados Unidos y la Unión Europea e hizo votos porque este acuerdo incluya incentivos al oficialismo, como el levantamiento “progresivo” de sanciones económicas.
Estados Unidos opina que la negociación en Venezuela debe ser “seria, concreta, irreversible” y también con un límite de tiempo para alcanzar sus propósitos, advirtió este miércoles Juan González, director de asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Maduro desestimó las condiciones de Guaidó para dialogar, hace dos semanas, y lo acusó de “quedarse por fuera, aislado y derrotado” del tablero político. “Los diálogos ya están en curso”, le dijo al líder opositor en un acto televisado. “Nadie le consulta nada, y el rumbo del país ya va fijado hacia unas megaelecciones este año 2021, y él trata de pegar un brinco”, expresó el presidente venezolano.
El excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski y el exdiputado opositor Stalin González, quienes habían expresado diferencias con las estrategias políticas de Guaidó, respaldaron esta semana esa ruta.
Guaidó admitió que era necesario corregir la “dispersión de las fuerzas democráticas”, si bien se negó a llamarla “división”. “No hay mayor derrota para la dictadura que nos unifiquemos”, dijo el miércoles en Caracas.
Parte de los liderazgos de la oposición, como el Partido Vente Venezuela, de María Corina Machado, y el exalcalde exiliado Antonio Ledezma, no ven con buenos ojos los intentos de negociación con Maduro.
Ha habido dos procesos formales de negociación entre el gobierno de Maduro y sus opositores en los últimos cinco años. Entre septiembre de 2017 y enero de 2018, las conversaciones se celebraron en República Dominicana con la mediación del Vaticano. Luego, entre mayo y septiembre de 2019, las partes instalaron una mesa de diálogo en Barbados con la mediación del Reino de Noruega. Ambas iniciativas no alcanzaron sus objetivos.
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