Mas que servir de ornamento, los árboles en las ciudades cumplen una serie de funciones ecológicas beneficiosas para la salud de las personas y del ambiente. De acuerdo con expertos, una de las más importantes es la regulación del calor.
“Los árboles, a través de la sombra que dan y a través de la respiración, sacan la humedad del aire, contribuyen a reducir la temperatura”, señala Juan Declet - Barreto, científico social.
Una ciudad menos verde. Este es el veredicto de expertos sobre la actual geografía urbana de Caracas, una de las reconocidas ciudades más ecológicas en América Latina. Recientes estudios apuntan a que persiste una continua tala de árboles en distintos sectores de la ciudad.
“Hay zonas, largas cuadras, donde no hay ni una sola sombra y en donde antes había un patrón arbóreo importante que ha ido desapareciendo progresivamente. No sólo de estos últimos años, es una cosa progresiva que tiene mucho más tiempo”, asegura José Carvajal, director de Ciudad Laboratorio.
Estudiosos del medio ambiente caraqueño han creado una bitácora con el número y tipos de árboles que se han talado en numerosas zonas. Según Carvajal, los que se han perdido en su mayoría son el Caobo y Jabillo. El Caobo es de gran tamaño con ramas frondosas y tronco fuerte. El Jabillo es reconocido por su tronco grueso y con una corteza de color gris con aguijones.
En áreas como Las Mercedes, en Caracas, se observan numerosos árboles removidos o talados de manera irregular. Según la investigación de Ciudad Laboratorio, el corte del arbolado se da por motivos estéticos, de espacio público y construcción de autopistas y edificios.
“Si una nueva construcción en una parcela tiene varios árboles al frente y decide que va a construir, ellos deciden eliminar los árboles que están al frente, porque ellos quieren colocar unas palmeras”, dijo a la Voz de América Carvajal.
Además de las razones estéticas, a Carvajal le preocupa que el arbolado no ha sido remplazado, sino que se han dejado huecos de tierra y cemento donde había árboles previamente. Además, asegura que en esas zonas hay un aumento en la temperatura del ambiente.
El científico social Juan Declet-Barreto señala que las ciudades ya son zonas más calurosas de por sí, en comparación a las áreas urbanas, debido a los materiales con las que están construidas, como el asfalto, entre otros materiales conductores de calor.
“Eso es lo que se conoce como la isla urbana de calor, se utiliza la metáfora de una isla porque cuando vez un mapa de temperaturas de una ciudad aparece una ciudad como una isla más calurosa dentro de un océano de temperaturas mas bajitas”, señala.
“Los árboles colocados de manera adecuada en torno a los edificios reducen las necesidades de aire acondicionado en un 30% además de proporcionar un hábitat, alimentos y protección a plantas y animales, aumentando la biodiversidad urbana”, afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones; o bien, síguenos en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
