El comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA), David Smolanksy, pidió este lunes que el gobierno en disputa de Nicolás Maduro cese las “amenazas” y las “represalias” contra los migrantes venezolanos que, debido a la situación con el coronavirus, han tomado la decisión de regresar a su país de origen.
El alto funcionario abordó este lunes el informe publicado por la Oficina de la Secretaría General para la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos en el que se pone de manifiesto que, por primera vez en cinco años, se está dando el fenómeno de retorno de migrantes provocado por la pandemia.
“En total hay unos 112.000 venezolanos que han retornado al país desde el inicio de la pandemia: 106.000 lo han hecho desde Colombia y 6.000 desde Brasil”, apuntó el dirigente de Voluntad Popular durante una conferencia de prensa telemática.
Esta tendencia, subrayó, se debe “únicamente”, a la grave situación que hay con el coronavirus ya que, de no haberse producido, según él, el flujo hubiera continuado al alza. Con todo, matizó que “esta crisis migrante es la más grande que se ha registrado nunca en América Latina y la segunda en todo el mundo, por detrás de Siria”.
De acuerdo con los últimos datos facilitados por la OEA, antes de la pandemia del coronavirus se registraban unas salidas de 5.000 venezolanos al día. Ahora el escenario ha cambiado completamente y se está dando un fenómeno a la inversa.
Además abordar el tema de los retornados, Smolansky también denunció la situación en la que viven miles de venezolanos que se encuentran varados en otros países del mundo con la imposibilidad de regresar “porque el espacio aéreo de Venezuela está cerrado por orden del régimen de Nicolás Maduro”.
“Hemos registrado que hay 3.000 venezolanos varados, que no han podido regresar”, manifestó. De ese grupo, unos 1.000 aún continúan en Estados Unidos; en España, otros 500; y en Costa Rica y Panamá, unos 600.
En esa línea, recordó que, aunque el espacio aéreo venezolano sigue cerrado, han aterrizado 17 vuelos iraníes durante la pandemia. “Llama la atención que sí que se hayan podido coordinar 17 vuelos desde Irán y no de otros para traer a retornados”, recalcó.
La situación se agrava aún más con el “cierre intermitente” de las fronteras terrestres ya que, por ejemplo, en Norte de Santander, en Colombia, hay 40.000 venezolanos esperando poder cruzar a pie para ingresar a Venezuela.
Smolansky criticó duramente la actuación llevada a cabo por el presidente en disputa venezolano tras señalar a los migrantes que regresan al país como “bioterroristas”, un concepto utilizado también por otros miembros de su gobierno.
Ante eso, el comisionado de la OEA expresó su preocupación por las medidas que se están adoptando desde el Palacio de Miraflores, entre otras cosas que los venezolanos regresados “pasen la cuarentena en una celda”.
“Hemos documentado lo que Lizandro Cabello [secretario de Gobernación del estado Zulia] ha dicho: que estos venezolanos son armas biológicas y que tienen que pasar la cuarentena en una celda. O la aseveración de Fredy Bernal [alto funcionario de Maduro] al pedir que se marquen las casas de los retornados”, informó.
Un escenario “muy grave” que se acentúa con las acciones implementadas por el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb) para que otros vecinos denuncien ante las autoridades acerca de la presencia de regresados. “Lo más delicado es que el llamado de la Fuerza Armada dice que la denuncia se haga con todo lujo de detalles: cuándo entraron, por dónde, dónde viven”, agregó al respecto.
Por el momento, denunció Smolansky, hay 110 personas que han sido detenidas y que deberán presentarse al “Ministerio Público ilegítimo de Venezuela”, algo que considera “una violación a los derechos humanos”.
“Esto va en contra del artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que dice que cualquier ciudadano tiene derecho a regresar al país donde nació”, apuntó.
Por otro lado, insistió en que el gobierno en disputa de Venezuela se está “burlando” de los pedidos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que subrayó la necesidad de implementar políticas públicas para “combatir el estigma por la crisis del coronavirus”.
Por todo ello, Smolansky hizo un llamado a la comunidad internacional para ayudar a “visibilizar” la situación de los retornados venezolanos, así como “al cese de la estigmatización y discriminación” de esa parte de la población. Incluso pidió “someter a investigación” a los funcionarios de Nicolás Maduro que están implementando este tipo de políticas que, a su parecer, son discriminatorias.