Las motobombas y otros equipos utilizados para extraer el oro ilegalmente están acabando con el "capital natural" del sur de Venezuela, según la biólogo Vilisa Morón. "Se están afectando los bosques ribereños, los morichales. Se están dejando cráteres con suelos descubiertos, desprotegidos de vegetación. Dejan cráteres con agua estancada, que está contaminada con mercurio, gasolina y con todos los desechos producto de la actividad minera", advierte.