Tras meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio en Argentina, durante los últimos días, sigue en aumento el número de personas contagiadas por el COVID-19. A la preocupación por el avance del coronavirus en el país, se suma el número cada vez menor de camas disponibles en los hospitales y centros de salud especializados.
En medio de esta realidad, un gran número de médicos y enfermeros venezolanos se han puesto a disposición del gobierno argentino, ante la lucha incansable que el gremio de salud, presenta de forma diaria, para reducir el impacto y el número de muertes por la pandemia.
Según datos de la Asociación de Médicos Venezolanos en Argentina (ASOMEVENAR), en la nación actualmente existen 752 profesionales de la medicina que cuentan con sus licencias convalidadas, de éstos, 351 ejercen actualmente en la provincia de Buenos Aires. Otros 418 galenos venezolanos, aún no cuentan con sus títulos y credenciales revalidados en el país. En total 1.600 médicos en todo el país y 1.000 enfermeros.
Tras la promulgación del decreto oficial 260/2020 emitido por el presidente Alberto Fernández, que en su artículo 8º, autoriza de “forma excepcional y temporaria la contratación y ejercicio de profesionales y técnicos de la salud titulados en el extranjero, cuyo título no esté revalidado o habilitado en la república Argentina", un gran número de estos profesionales de la salud, se ha sumado a los distintos centros de las diferentes provincias, con una matrícula de habilitación temporal, para enfrentar al virus, en primera línea de combate.
Los médicos, y enfermeros venezolanos, brindan sus conocimientos en contribución a la tierra que les ha dado un segundo hogar, resultando incluso contagiados en medio del ejercicio de su labor; más de un centenar ya han pasado por esta enfermedad. Se han vuelto esenciales y se han convertido en héroes fuera de su patria.