El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, acusó al gobierno en disputa de pagar a Irán con oro extraído de minas ilegales al sur del país por la gasolina que transportan buques petroleros que en estos momentos navegan hacia el país suramericano.
“Están pagando esa gasolina con oro de sangre proveniente del sur de Venezuela, sin la aprobación del Parlamento y sin un respaldo de la carga que viene en esos buques”, dijo Guaidó en una teleconferencia el miércoles.
Cinco buques iraníes que llevan aproximadamente 1,5 millones de barriles de petróleo, según la agencia Reuters, ya cruzaron el Canal de Suez y van camino de Venezuela, como parte de la colaboración entre las dos naciones de la OPEP sancionadas por EE.UU.
Guaidó aseguró que Irán intenta vincularse con Venezuela debido a la “posición estratégica” que tiene el país y que este interés “debe ser motivo de alarma” para Latinoamérica.
Washington tiene los ojos puestos sobre la relación de Irán con el gobierno en disputa de Maduro. El martes, el jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EE.UU., el almirante Craig Faller, dijo estar viendo con “preocupación” el envío de los tanques de crudo a Venezuela.
La administración del presidente Donald Trump, además, está sopesando medidas en represalía contra Irán por colaborar con Maduro, según informó también Reuters.
Guaidó aseguró que el envío de crudo por parte de Irán es apenas una campaña de imagen ya que solo representan dos días de consumo de gasolina en Venezuela “en una situación normal”.
Operación Gedeón fue un "aparato de propaganda"
El presidente interino aprovechó para desvincularse, una vez más, de la incursión militar fallida en el país —conocida como Operación Gedeón— y calificó los hechos, como “un gran aparato de propaganda”.
“A los únicos a los que le sirvió la operación fue al régimen de Maduro, para utilizarlo como propaganda, victimizarse a nivel internacional y para señalarme”, dijo Guaidó en una teleconferencia organizada por el centro de pensamiento The Dialogue, con sede en Washington DC.
La operación, que resultó en 8 personas muertas y al menos 16 arrestadas el pasado tres de mayo -entre ellas dos ciudadanos estadounidenses-, fue denunciada por el presidente en disputa, Nicolás Maduro, quien afirmó que el objetivo era matarle y que tanto EE.UU. como Guaidó estaban detrás del plan.
En este sentido, tanto el líder de la oposición venezolana como el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, han rechazado tajantemente su implicación en lo sucedido.
Sin embargo, un exasesor del gobierno interino, Juan José Rendón -quien renunció a su cargo días después de que la operación ganara atención mediática- afirmó a varios medios internacionales que tanto él como varios representantes de Guaidó se reunieron en Miami con los estadounidenses implicados en la operación, que existió un acuerdo entre ellos y que estaban explorando alternativas para solventar la crisis política en Venezuela.
“No tienen nada que ver reuniones de estrategia, de escenarios, con lo que fue esa operación”, señaló hoy Guaidó, subrayando la versión de que los exmilitares actuaron por su cuenta y de que el gobierno interino no tenía información sobre incursión.
“Negamos de entrada la participación ahí”, sentenció Guaidó.
El presidente interino recalcó que, según su visión, “la mejor resolución del conflicto venezolano sería la negociación” y aseguró que su plan es alcanzar unas elecciones “libres” en el país.