El embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, dijo en una entrevista con la Voz de América que la situación social y económica de los migrantes es cada vez más complicada porque, ante el aumento del desempleo en Colombia, hay una mayor demanda sobre los trabajos informales que venía desarrollando la comunidad migrante.
El embajador Santos solicitó ayuda a la comunidad internacional porque el gobierno del presidente Iván Duque, explica, ha tenido que destinar gran parte de los recursos de asistencia social a atender la población colombiana afectada por la crisis económica desatada por el COVID-19.
VOA: ¿Cómo hacer para que la comunidad internacional, el gobierno de Estados Unidos, el Congreso y las organizaciones no pierdan la atención sobre esta crisis que está viviendo la región?
Embajador de Colombia: Cada vez es más difícil para ser muy sincero. Con el tema de la pandemia se ha desviado la atención en Venezuela y el drama humanitario ha perdido mucho, pero con eso y todo, Estados Unidos sigue siendo el país que más recursos ha entregado para atender la crisis humanitaria de Venezuela.
En la crisis de refugiados de Siria, según un estudio de Brookings, por cada refugiado la ayuda internacional es de cerca de 1.500 dólares y en el caso de Venezuela, por cada refugiado la ayuda ha llegado hasta 150 dólares, una décima parte. Necesitaríamos diez veces más en presupuesto, pues de eso se trata: de buscar más recursos en la comunidad internacional, pero mucho me temo que con la pandemia y con la debilidad fiscal de los países va a ser cada vez más difícil.
VOA: ¿Cómo están haciendo en Colombia, el país que recibe el golpe más fuerte y el flujo más alto de migrantes comparado con el resto de los países de la región en este momento?
Embajador de Colombia: A Colombia le caen, haciendo un símil bíblico, dos de las siete plagas; una encima de la otra. O sea Colombia está viviendo… una tormenta perfecta. Tiene primero el problema de dos millones de refugiados. Colombia, como economía muy fuerte de América Latina, iba subiendo y generaba pues la posibilidad de absorber estos dos millones de venezolanos que llegaron en los últimos tres años, cuatro años.
Entonces la mayoría de los niños están en los colegios, la mayoría de los adultos, muchos eso sí en la economía informal, estaban generando ingresos para sus familias, muchos de los cuales los enviaban a Venezuela. Todo eso se desploma porque ahora los colombianos con el desempleo que ha subido, que puede estar en el 18 y 19 por ciento, van a entrar a competir por los mismos empleos.
Los colombianos van a entrar a competir por los mismos servicios y la capacidad de absorción de la economía colombiana disminuye dramáticamente, a la par que viene una dificultad para conseguir recursos del exterior. Los recursos de Colombia que son limitados ya de por sí, pues tienen que atender a la población colombiana que ha quedado desempleada y que está pasando una situación muy difícil en este momento.
VOA: ¿Cómo prevén que se van a mover esos flujos migratorios?
Embajador de Colombia: Lo primero es que cuando se cerró la frontera cayeron casi en un 90 por ciento los migrantes y creo que eso, de por sí, ha generado, digamos una disminución de la presión. Pero a mí no me cabe la menor duda de que Venezuela, cuando le llegue el pico de la epidemia, pues... ¿a dónde se van a ir si no tienen sistema sanitario? A Colombia. ¿A dónde van a migrar si no tienen médicos que los atiendan? A Colombia. ¿A dónde se van a ir, si allá ni siquiera hay agua en los hospitales? Yo creo que cuando llegue el pico se va a ver una presión muy grande de emigrantes hacia Colombia.