Mientras Venezuela se consume por la crisis del COVID-19, el Cártel de los Soles se estaría beneficiando de la pandemia. Así lo evidencian testimonios a los que ha tenido acceso la Voz de América que apuntan que la organización criminal liderada por Nicolás Maduro, según el gobierno de Estados Unidos, habría visto incrementadas sus ganancias debido a la emergencia sanitaria y al aumento de la producción de cocaína en el departamento colombiano del Norte de Santander, al otro lado de la frontera venezolana.
Un productor de hoja de coca con cultivos en esta región del noroeste de Colombia, que por razones de seguridad pidió no ser identificado, relataba así la situación de movilidad en la zona durante la pandemia: “En otras partes las carreteras están controladas por el ejército. Pero en esta parte, no. En este lado lo controla solo la guerrilla y tienen muchos que les ayudan a controlar porque tienen a lo que aquí llamamos las milicias".
De acuerdo con el informe más reciente de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el delito, la producción de hoja de coca en Norte de Santander aumentó de 223 toneladas métricas en 2018 a 307 en 2019, lo que representa el 27% de la producción nacional.
Una tendencia al alza que habría cogido fuelle en los últimos meses gracias al COVID-19, según fuentes del organismo consultadas por la VOA, bajo condición de anonimato.
El Cártel de los Soles se fortalece
La entrada en vigor el 25 de marzo del estado de emergencia en Colombia, así como el despliegue de 87.000 uniformados de las fuerzas armadas y efectivos de la policía nacional para garantizar el orden y la seguridad durante la cuarentena, habrían favorecido al venezolano Cártel de los soles, en detrimento de los cárteles mexicanos, según Miguel Tunjani, experto para estrategias de la reducción de oferta de drogas ilícitas.
“La pandemia ha sido una oportunidad para el Norte de Santander porque el Cártel de los Soles en Venezuela la compra [la pasta de coca] y no tienen ningún tipo de restricción de transporte y controles en los que se puedan realizar incautación. Diferente a las otras cinco regiones de Colombia, donde el precio sí que ha bajado considerablemente”, explicó Tunjani en entrevista con la VOA.
De acuerdo con el experto, la presencia de grupos delictivos en el Norte de Santander, como el ELN o disidencias de las FARC, habría permitido desviar durante la pandemia parte de la producción nacional por la ruta venezolana, mientras otras organizaciones criminales, perdían fuerza debido a la mayor dificultad para mover la mercancía, desde los departamentos del Putumayo, Nariño, Cauca, Chocó y el sur de Antioquía.
Debido a las dificultades en estos departamentos, los agricultores locales habrían optado por bajar el precio del producto con el objetivo de darle salida.
“El precio básicamente baja en otras regiones porque hay escasez de compradores porque ellos tienen que movilizarse hacia esas regiones para comprarla y van a encontrar los controles de confinamiento que lleva a cargo el gobierno nacional. Igualmente, cuando sacan la droga tienen que utilizar unos medios que están autorizados en Colombia para movilizarse desde las áreas rurales a urbanas, sobre todo a los puertos donde están sacando la droga, y están utilizando estrategias que han sido detectadas por la fuerza pública y les han incautado bastante cantidad de droga”, relata Tunjani.
Precio de la pasta de coca sube en el Norte de Santander
Según el testimonio del productor de hoja de coca en Norte de Santander, disidencias de las FARC y el ELN estarían en paz con los grupos criminales venezolanos que operan al amparo del Cártel de los Soles al otro lado de la frontera. Esto facilita el flujo de cocaína, de Colombia a Venezuela, lo que repercutiría en un aumento de las ganancias para aquellos que, como él, cultivan la hoja de coca.
“Ya no se están matando entre ellos, sino que tienen acuerdos y casi no se están peleando y tienen régimen de no matarse tanto. A nosotros ahora con el problema del covid nos ha ido mucho mejor, la base ha subido, los insumos nos han bajado un poquito también, como hay tanto quien lo compre para pasar para Venezuela, no hay nadie más que compre, están comprando demasiado bien, ha subido 30-50 dólares. Eso depende de cómo uno la saque”.
A finales de marzo de 2020, el departamento de Justicia de Estados Unidos denunciaba formalmente a Nicolás Maduro como líder del Cártel de los Soles, organización que tilda de “narcoterrorista” y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.
De acuerdo con el escrito de acusación, en el que también figuran otras cabezas visibles del gobierno en disputa, como el ministro de defensa, Vladimir Padrino, o el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, la fiscalía estadounidense describe a este cártel como una organización de trafico de drogas integrada por altos funcionarios de los aparatos militar, de inteligencia, judicial y legislativo.
Señalamientos que Nicolás Maduro ha rechazado y calificado como "un conjunto de acusaciones falsas".
Oficiales de la GNB estarían dirigiendo la operación
Sin embargo, nuestra fuente en el Norte de Santander ofrece una versión de lo hechos que apunta a una presunta participación directa del aparato militar venezolano en la compra de droga de la zona, con incursiones de la Guardia Nacional Bolivariana en territorio colombiano.
“Ellos ponen una vereda donde hay un compradero. Allá llega todo el mundo a entregarla. Hay veces que uno llega y ve personal de allá a recibir lo recogido. Hay veces que si les queda faltando 50 kilos esperan a que el campesino baje a recoger la que les queda para llevársela toda junta. Y uno ve que se montan, pasan al otro lado y uno se da cuenta para dónde llevan eso. Yo sé que es guardia venezolana la que llega allí porque ellos llegan uniformados a veces. Ellos llegan con ocho, diez, quince o veinte escoltas muy bien armados”, relata.
Mientras los gobiernos del presidente colombiano Iván Duque y del mandatario estadounidense Donald Trump trabajan en un plan para reducir los cultivos de hoja de coca y la capacidad de producción de cocaína en un 50% para finales de 2023, el productor de hoja de coca con quien habló VOA Noticias asegura que la guardia nacional venezolana actuaría como proveedor de los insumos químicos necesarios para su cultivo y transformación en pasta básica de cocaína.
“La guardia venezolana nos ha traído a nosotros los insumos y dado buenos precios para que nosotros nos animemos a sembrar más y nos quede algo más. Porque anteriormente los que nos traían los insumos eran civiles de Colombia. Pero ahora como lo está trayendo la guardia venezolana para acá entonces nos sale mas favorable con ellos y mucho mejor para nosotros. Hablamos de ácido sulfúrico, amoníaco que sirve como abono, la soda cáustica es lo que nos traen de allá”, detalla.
La Voz de América tuvo comunicación con la dirección de antinarcóticos de la policía nacional de Colombia sobre las revelaciones expuestas en este reportaje, pero al cierre de este informe seguía sin obtener respuesta.