El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, se despide este martes de su cargo en la última sesión de ese cuerpo antes de ceder el control a la oposición.
Cabello pretende blindar su salida aprobando medidas como el nombramiento de una docena de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que les daría el control de dos de tres de los órganos del Estado.
Esta decisión resulta clave ante un futuro choque entre gobierno y parlamento -en el que la oposición de centroderecha tendrá dos tercios de los diputados-, lo que obligaría a que ciertas disputas tengan que ser dirimidas por la máxima corte venezolana.
Todavía está por verse si Cabello cuenta con el tiempo suficiente para terminar el proceso de nombramiento de los magistrados y si la oposición, como se espera, revoca los nombramientos.
La oposición ha prometido reformas importantes en diferentes campos del quehacer nacional, pero la prioridad parece estar en la liberación de los presos políticos.
El lunes, el Foro Penal Venezolano propuso un decreto legislativo de amnistía de todos los presos y perseguidos políticos en vez de una ley.
La organización no gubernamental optó por esta vía alterna para evitar el veto presidencial, que ya anunció el jefe del Estado, Nicolás Maduro, así como los eventuales obstáculos provenientes del Tribunal Supremo de Justicia afín al gobierno.
