Un banco privado de Andorra —un principado entre Francia y España, en la cordillera de los Pirineos— ha sido intervenido a raíz de una denuncia por presunto lavado de dinero y desviación de fondos de la petrolera estatal venezolana PDVSA.
Se trata de Banca Privada D’Andorra (BPA), mencionado en un reporte de la división de crímenes financieros del Departamento del Tesoro como “una entidad sometida a preocupación de primer orden en materia de blanqueo de capitales”.
El reporte indica que un administrador de alto rango de BPA —cuyo nombre no mencionó— aceptó "comisiones exorbitantes" para desarrollar compañías fachada que ayudaron a lavadores de dinero de Venezuela a canalizar hasta 4.200 millones de dólares de Petróleos de Venezuela S. A.
"Esta red estaba bien conectada con altos cargos del gobierno venezolano y utilizaba varios métodos para mover fondos, como contratos falsos y préstamos mal interpretados", continúa el escrito del Departamento del Tesoro.
La red –continua el informe– "trabajaba muy de cerca con altos funcionarios del gobierno venezolano, agentes residenciados en Panamá y un abogado andorrano para establecer empresas fantasma en Panamá".
"BPA facilitó el movimiento de aproximadamente $2.000 millones de dólares a través de las cuentas de estas empresas fantasmas en el BPA. Entre enero de 2011 y marzo de 2013, el banco facilitó el movimiento de al menos $50 millones en transferencias que eran procesadas a través de los Estados Unidos en apoyo a esta red de lavado de dinero".
"En 2014, el BPA continuó facilitando el movimiento de fondos relacionados con este esquema a través del sistema financiero estadounidense. En total, el BPA facilitó el movimiento de $4.200 millones en transferencias relacionadas con lavado de dinero de Venezuela", indica el texto.
Otros dos gerentes de BPA ayudaron a presuntos lavadores de dinero rusos y chinos que fueron arrestados previamente en España, señaló el comunicado.
Los gerentes acusados de BPA accedieron al sistema financiero de Estados Unidos a través de cuatro bancos estadounidenses que no fueron mencionados, donde procesaron cientos de millones de dólares, dijo el comunicado
Ellos "establecieron servicios financieros confeccionados a la medida de sus clientes lavadores de dinero para camuflar el origen de los fondos", se indica en el comunicado.
"A cambio de algunos de esos servicios, administradores de alto nivel de Banca Privada d'Andorra aceptaron pagos y otros beneficios de manos de sus clientes delincuentes".
El banco andorrano, propiedad de la familia Cierco —y cuyo presidente forma parte de la junta del Fútbol Club Barcelona— ha abierto una investigación para «esclarecer estos hechos, corregir operativas internas y depurar responsabilidades».
La entidad señaló que las investigaciones que ha iniciado Estados Unidos "se refieren exclusivamente a las actividades andorranas de BPA y no afectan a sus filiales internacionales".
BPA cuenta con siete sucursales y canaliza gran parte de las inversiones de sus clientes a través de filiales establecidas en Andorra, España, Suiza, Luxemburgo, Panamá y Uruguay.
Según información de su página web, BPA declara un volumen de negocio de 8.071 millones de euros.