El director del periódico venezolano independiente El Nacional, Miguel Henrique Otero, dijo en Panamá que Venezuela se ha convertido en “un protectorado cubano” en el que la isla controla la inteligencia, el petróleo y hasta el aparato electoral venezolano.
Sus opiniones fueron vertidas durante la reunión de editores de medios que se desarrolla como parte de la asamblea de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa, y en la que se analizó el impacto del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
Otero expuso lo que a su juicio son las tres etapas por las que ha pasado la relación entre Caracas y La Habana en los últimos 50 años.
Recordó como en 1967 se dio una invasión armada de militantes cubanos por la playa de Machurucuto, la cual fue derrotada.
Dijo que hubo una segunda invasión ideológica y operativa desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, que ha dado como resultado lo que se vive en este momento.
Otero detalló durante su intervención que los cubanos triangulan las importaciones de petróleo de Venezuela y se benefician de las divisas, penetran el aparato electoral, controlan el sistema identificación, controlan los puertos y aeropuertos, el sistema primario de salud y controlan el aparato de inteligencia militar.
Agregó que considera que el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos —anunciado simultáneamente en Washington y La Habana, que aparentemente tomó por sorpresa a Maduro— marca el inicio de una nueva etapa, esta vez de incertidumbre para Venezuela.
“Este nuevo acercamiento genera muchas preguntas: ¿qué va a pasar con el apoyo que el gobierno de Venezuela da a movimientos insurgentes en América Latina y España? ¿Qué pasará con la política exterior venezolana subordinada a Cuba, y muestra reciente de ello es el nuevo impasse con Guyana? ¿Qué pasaría si la predicción del expresidente José Mujica se cumple y en Venezuela se gesta un golpe de izquierda? ¿Cuál sería la participación del gobierno cubano en ese hipotético golpe del que habló Mujica?”, expuso.
Otero también resaltó que la reunión de la SIP ha servido para sensibilizar a los líderes latinoamericanos sobre el creciente acoso a los medios independientes y las restricciones en general a la libertad de expresión que se vienen dando en Venezuela.
El Nacional es uno de solo unos cuantos medios de comunicación venezolanos que no han sido comprados o censurados por el gobierno de Nicolás Maduro, aunque sí acosados y limitados de muchas otras maneras.