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Otro dirigente opositor detenido en Venezuela


Melo anunció en Twitter el lunes que varias personas lo habían llamado para indicarle que lo iban a detener y a "sembrar armas" en su casa.
Melo anunció en Twitter el lunes que varias personas lo habían llamado para indicarle que lo iban a detener y a "sembrar armas" en su casa.

Carlos Melo, el político detenido, es dirigente del partido Avanzada Progresista.

Otro dirigente de oposición venezolano fue detenido este martes, a dos días de una marcha pacífica conocida como "La Toma de Caracas", que busca exigir al gobierno la realización del proceso revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.

El consejal Luis Somaza, coordinador del partido Voluntad Popular, informó en la red social Twitter sobre la detención de Carlos Melo, dirigente del partido Avanzada Progresista.

En el Centro Plaza se encuentra la sede de Voluntad Popular.

Se desconocen los motivos de la detención de Melo, quien había denunciado que iban a detenerlo.

El gobernador del estado Lara, Henry Falcón, condenó la detención de Melo.

Falcón además señaló en la red social que el dirigente detenido estaría recluído e incomunicado en la sede del SEBIN conocida como "El Helicoide", en el centro de Caracas.

El lunes, las autoridades venezolanas detuvieron al opositor Yon Goicoechea, acusándolo de portar detonantes para explosivos que según el gobierno serían usados en la marcha.

La oposición ha rechazado las acusaciones y ha acusado al gobierno de sembrar pruebas contra los detenidos. Dirigentes opositores dicen que las autoridades están impidiendo a sus seguidores llegar desde otras ciudades del país.

El Sindicato de Periodistas ha denunciado dificultades para realizar sus tareas.

La agencia AFP informa que desconocidos lanzaron bombas incendiarias contra el diario El Nacional, de línea opositora, y que periodistas de la cadena árabe Al Jazeera que viajaron a Venezuela a cubrir la marcha del 1 de septiembre, no fueron admitidos al llegar al aeropuerto.

El presidente Nicolás Maduro ha denunciado un golpe de estado organizado por la oposición y conducido desde el exterior por Estados Unidos.

El dirigente chavista Jorge Rodríguez prometió que la manifestación no entrará al centro de Caracas, como está planeado, mientras el ministro del Interior, general Néstor Reverol, dijo que "se presumen actos de violencia y desestabilización".

La Iglesia Católica venezolana pidió al gobierno respetar "el legítimo derecho" a la manifestación.

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