La oposición venezolana decide si acudir o no a las elecciones presidenciales anticipadas del 22 de abril, a las que el presidente Nicolás Maduro ha dicho que concurrirá con o sin la participación de sus oponentes.
La coalición de partidos opositores aglutinados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) prevé reunirse el lunes por la tarde y anunciar su posición, dijo a Reuters Andrés Velásquez, de la dirección nacional del partido Causa Radical, quien ya adelantó que su grupo no acudirá a la elección por considerar el proceso como una farsa.
“Eso no es una elección, es una emboscada donde el voto no vale medio, sino que es una vía de Maduro para legitimarse y lavarse la cara”, agregó Velásquez.
Los opositores se encuentran divididos y la mayoría de sus líderes encarcelados, fuera del país o inhabilitados para concurrir a un cargo de elección popular, lo que ha provocado apatía entre los votantes.
Un representante del partido Primero Justicia dijo a Reuters que en la reunión de la MUD formalizaría su propuesta de boicotear la votación en protesta por condiciones injustas.
El partido Voluntad Popular, cuyo líder es el encarcelado Leopoldo López, dijo la semana pasada que no iría a las elecciones. Lo mismo habría decidido el socialdemócrata Acción Democrática (AD), según una fuente cercana a los directivos de esa organización.
Entre los opositores, algunos consideran que apartarse del proceso electoral puede representar un cheque en blanco para Maduro, que tiene bajos niveles de popularidad de alrededor de 20 por ciento, mientras otros sostienen que ir a las urnas sería legitimar “la tiranía” del mandatario.
Dos figuras que están entre las más populares de la oposición, López y el exgobernador Henrique Capriles, tienen prohibido presentarse. El primero está detenido por agitar la violencia durante las protestas contra Maduro en 2014, mientras que el segundo fue acusado de “irregularidades administrativas” cuando gobernaba el estado Miranda.
Sea cuál sea la decisión, la inscripción de candidatos será hasta el 27 de febrero, de acuerdo con el calendario fijado por la autoridad electoral, ampliamente percibida por los venezolanos como progubernamental y que prohibió la inscripción de varios partidos opositores alegando incumplimiento de las reglas.
Algunas figuras han expresado su interés por competir como el caso del opositor exgobernador del estado de Lara, Henri Falcón, y un pastor evangélico poco conocido.
Varias naciones del continente han anunciado que desconocerán el resultado de los comicios por considerar que no son libres ni transparentes, ni ayudarán a Venezuela a salir de la peor crisis económica de su historia, con una inflación anualizada que según la oposición ronda el 4.000 por ciento y de la cual no hay cifras oficiales.
Con “una elección ventajista, en medio de una división opositora, puede venir un éxodo (de venezolanos) que deje la que hemos visto hasta ahora en pañales”, dijo Jesús Torrealba, exsecretario general de la MUD.
Reuters