Ni republicanos ni demócratas, en la Comisión de Relaciones exteriores del Senado, aceptan las razones del Departamento de Estado para no imponer sanciones contra los violadores de derechos humanos dentro de Venezuela.
En una audiencia citada para ilustrar a los demás miembros de la Comisión sobre la profundidad de la crisis en Venezuela, el Departamento de Estado explicó por qué considera que este no es el momento apropiado para imponer sanciones a ciudadanos venezolanos.
"Creemos que en este momento eso no sería productivo. Porque esto le dará argumentos al gobierno venezolano para volver a adoptar esa mentalidad de víctima, usándonos a nosotros. Pero podría llegar un momento en el futuro, cuando ellas sean útiles", dijo Roberta Jacobson, secretaria de Estado adjunta para el hemisferio occidental.
El rechazo a esta explicación fue bipartidista.
"Yo no lo creo. Al contrario, yo creo que es importante que cualquier violación de derechos humanos siempre tenga consecuencias severas. En el caso de Venezuela, estamos hablando de individuos que tienen propiedades e inversiones en EE.UU., pero que utilizan su acceso al gobierno para enriquecerse y oprimir pueblo venezolano", dijo Marco Rubio, senador republicano por el estado de Florida.
Su contraparte demócrata por Nueva Jersey, Robert Menéndez, también dijo estar en desacuerdo con la posición del Departamento de Estado.
Jacobson explicó que incluso desde algunos sectores de la sociedad civil venezolana, le han pedido que no impulse, en este momento, la imposición de sanciones a violadores de derechos humanos.
En una audiencia citada para ilustrar a los demás miembros de la Comisión sobre la profundidad de la crisis en Venezuela, el Departamento de Estado explicó por qué considera que este no es el momento apropiado para imponer sanciones a ciudadanos venezolanos.
"Creemos que en este momento eso no sería productivo. Porque esto le dará argumentos al gobierno venezolano para volver a adoptar esa mentalidad de víctima, usándonos a nosotros. Pero podría llegar un momento en el futuro, cuando ellas sean útiles", dijo Roberta Jacobson, secretaria de Estado adjunta para el hemisferio occidental.
El rechazo a esta explicación fue bipartidista.
"Yo no lo creo. Al contrario, yo creo que es importante que cualquier violación de derechos humanos siempre tenga consecuencias severas. En el caso de Venezuela, estamos hablando de individuos que tienen propiedades e inversiones en EE.UU., pero que utilizan su acceso al gobierno para enriquecerse y oprimir pueblo venezolano", dijo Marco Rubio, senador republicano por el estado de Florida.
Su contraparte demócrata por Nueva Jersey, Robert Menéndez, también dijo estar en desacuerdo con la posición del Departamento de Estado.
Jacobson explicó que incluso desde algunos sectores de la sociedad civil venezolana, le han pedido que no impulse, en este momento, la imposición de sanciones a violadores de derechos humanos.