La OEA tiene que asumir su papel para garantizar los valores democráticos en la región y Venezuela es uno de sus grandes retos, afirma un experto en el accionar de la organización hemisférica.
Luis Lauredo fue representante de Estados Unidos ante la OEA y su experiencia le permite observar el accionar del actual secretario general Luis Almagro y de la organización, y en entrevista con la Voz de América ponderó al diplomático uruguayo.
“Almagro está asumiendo una actitud valiente y riesgosa, pero está convencido de que la OEA tiene una obligación con Venezuela y su pueblo, e identificar los problemas es parte de una solución”, afirma Lauredo.
"Por el contrario es triste ver la cobardía de ciertas naciones representadas en la OEA que cierran los ojos ante una realidad irreversible", afirma Lauredo.
Lauredo expresó duras críticas a la forma en la que los países representados en la Organización de los Estados Americanos se han conducido en el caso venezolano.
“Es lamentable pero hay un grupo de países que han demostrado una suprema cobardía a la hora de identificar con claridad los peligros para la democracia venezolana, y ese no es el espíritu de la organización”, manifiesta Lauredo.
“A mi juicio uno de los períodos más oscuros para la OEA fue cuando José Miguel Insulza fue su secretario general. El aplicó la política de no hacer nada y de no enfrentar los problemas, y hoy el caso es distinto, Almagro asume un compromiso para apoyar los valores democráticos”, dice Lauredo.
En su análisis, este ex representante de Estados Unidos ante la OEA remarca que la OEA nunca anticipó que su accionar para garantizar los valores y las libertades sería en países con sistemas democráticos, pero que no funcionan como tales, como Venezuela en la actualidad.