La nueva Asamblea Nacional de Venezuela, ahora dominada por la oposición al gobierno socialista de Nicolás Maduro, toma posesión este martes en medio de manifestaciones callejeras contrarias y el riesgo latente de violencia.
Tanto la opositora Mesa de la Unidad Democrática, como la dirigencia del oficialismo convocaron a sus seguidores a acompañar a sus diputados hasta la sede del poder legislativo en Caracas.
Según el presidente Maduro, están en juego dos modelos, pero el de la oposición, incluye, según él, planes desestabilizadores para destruir la paz del país.
"La derecha no respeta reglas de juego ni leyes; tienen un sólo objetivo, destruir la revolución y imponer su modelo contrarevolucionario, porque no es una oposición democrática, así lo creo", dijo el mandatario.
Sin embargo, y en un tono más conciliador Maduro señaló que había dado instrucciones al ejército de que garantizará el acceso de la oposición al edificio neoclásico que alberga la Asamblea Nacional para que pueda constituirse de forma pacífica.
El nuevo presidente de la AN, Henry Ramos Allup, aseveró que la instalación del nuevo parlamento, a la hora debida, y cumpliendo todos los trámites legales, es una responsabilidad del gobierno, y es por eso que debe garantizar la paz.
"Nosotros tenemos plena confianza en que la Fuerza Armada Nacional, va a evitar que estos grupos delictivos, que no son más que hampa común convertida en hampa política, sigan perpetrando sus hechos intimidatorios, insultos amenazas a lo cual no se pueden exponer y a lo cual no está obligado a soportar ningún ciudadano", dijo.
El otro enfrentamiento que se vislumbra es a raíz de la decisión del Tribunal Supremo que suspendió la juramentación de tres legisladores de oposición la semana pasada en respuesta a una impugnación de partidarios de los socialistas, que acusan a la oposición de manipular las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
Esa decisión podría eliminar la mayoría de dos tercios de la oposición, necesaria para tomar decisiones importantes como la destitución de altos cargos o la reforma constitucional.
No obstante, Ramos Allup reiteró su promesa de tomar juramento a todos los legisladores y dijo que Maduro debería plantearse dimitir para salvar a Venezuela de una crisis política.