Tras el anuncio del presidente venezolano, Hugo Chávez, sobre la fabricación de aviones no tripulados y armamento venezolano con ayuda de Rusia, China e Irán, el Departamento de Estado de EE.UU. reaccionó calificando las afirmaciones como “extravagantes”.
"Los venezolanos hacen muchas afirmaciones extravagantes, igual que los iraníes", señaló la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en su conferencia de prensa diaria.
Nuland agregó que la preocupación de EE.UU. " estaría en la posibilidad de que violen alguna de las sanciones impuestas por la comunidad internacional con esa actividad. Y nos mantendremos muy vigilantes para observar cómo se desarrolla esto".
El presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó que está fabricando aviones no tripulados y desarrollando diferentes tipos de armas con ayuda de Irán. Rusia y China también le han prestado colaboración.
Durante un acto televisado desde el ministerio de Defensa, el mandatario confirmó la construcción de estas aeronaves conocidas como Arpia venezolanos. Tras preguntarle al general Julio César Morales, quien dirige una planta de fabricación, si tenía por ahí “el avioncito”, Chávez confirmó la noticia.
“Que si hay una investigación en Nueva York... que si hay una fábrica de aviones no tripulados... ¡Claro que la hay! No lo tendríamos en verdad si fuéramos una colonia, pero somos un país libre e independiente ", exclamó.
Según confirmó Chávez, la fabricación de estas aeronaves se ha venido realizando con Irán, quien proporcionó los ejemplares base para el desarrollo y capacitó a los ingenieros. Rusia y China también han aportado al desarrollo del proyecto belicista del mandatario.
El mandatario se conectó mediante videoconferencia con la planta de fabricación de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM), en Maracay, desde donde diferentes militares enseñaron a la televisión las armas que se están produciendo en Venezuela, entre ellos el fusil "Catacumbo", de calibre 7,62, granadas y fusiles AK 103.
Chávez aseguró que estas armas son "para la defensa de nuestro país" y que no tiene "planes para agredir a nadie", pero advirtió "que nadie se vaya a equivocar con nosotros (…) estamos obligados a defender con nuestra vida la independencia de nuestro país, con nuestra vida".
Orgulloso, el mandatario indicó que la idea de armar al país hacía parte de su gran objetivo presidencial de convertirse en una potencia para llevar a Venezuela a la gloria que tuvo en épocas de Simón Bolívar, libertador de cinco países suramericanos.
"Nosotros estamos aquí dando pasos muy firmes en dirección a ese gran objetivo histórico que propuse: convertir a Venezuela en un país potencia", aseguró Chávez revelando que "hay países de América Latina y el Caribe que están interesados en estos productos”.
Chávez ha invertido cerca de $9.000 millones de dólares en equipos de combate y defensa militar como tanques, aviones, helicópteros y fusiles de origen ruso.
"Los venezolanos hacen muchas afirmaciones extravagantes, igual que los iraníes", señaló la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en su conferencia de prensa diaria.
Nuland agregó que la preocupación de EE.UU. " estaría en la posibilidad de que violen alguna de las sanciones impuestas por la comunidad internacional con esa actividad. Y nos mantendremos muy vigilantes para observar cómo se desarrolla esto".
El presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó que está fabricando aviones no tripulados y desarrollando diferentes tipos de armas con ayuda de Irán. Rusia y China también le han prestado colaboración.
Durante un acto televisado desde el ministerio de Defensa, el mandatario confirmó la construcción de estas aeronaves conocidas como Arpia venezolanos. Tras preguntarle al general Julio César Morales, quien dirige una planta de fabricación, si tenía por ahí “el avioncito”, Chávez confirmó la noticia.
“Que si hay una investigación en Nueva York... que si hay una fábrica de aviones no tripulados... ¡Claro que la hay! No lo tendríamos en verdad si fuéramos una colonia, pero somos un país libre e independiente ", exclamó.
Según confirmó Chávez, la fabricación de estas aeronaves se ha venido realizando con Irán, quien proporcionó los ejemplares base para el desarrollo y capacitó a los ingenieros. Rusia y China también han aportado al desarrollo del proyecto belicista del mandatario.
El mandatario se conectó mediante videoconferencia con la planta de fabricación de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM), en Maracay, desde donde diferentes militares enseñaron a la televisión las armas que se están produciendo en Venezuela, entre ellos el fusil "Catacumbo", de calibre 7,62, granadas y fusiles AK 103.
Chávez aseguró que estas armas son "para la defensa de nuestro país" y que no tiene "planes para agredir a nadie", pero advirtió "que nadie se vaya a equivocar con nosotros (…) estamos obligados a defender con nuestra vida la independencia de nuestro país, con nuestra vida".
Orgulloso, el mandatario indicó que la idea de armar al país hacía parte de su gran objetivo presidencial de convertirse en una potencia para llevar a Venezuela a la gloria que tuvo en épocas de Simón Bolívar, libertador de cinco países suramericanos.
"Nosotros estamos aquí dando pasos muy firmes en dirección a ese gran objetivo histórico que propuse: convertir a Venezuela en un país potencia", aseguró Chávez revelando que "hay países de América Latina y el Caribe que están interesados en estos productos”.
Chávez ha invertido cerca de $9.000 millones de dólares en equipos de combate y defensa militar como tanques, aviones, helicópteros y fusiles de origen ruso.