El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, denunció el viernes que el presidente Nicolás Maduro busca disolver la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, y para ello estaría allanando el camino mediante la apertura de procesos judiciales contra legisladores.
Guaidó condenó la investigación iniciada la víspera por el Tribunal Supremo de Justicia, afín al gobierno, contra el diputado Edgar Zambrano, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, por los supuestos delitos de “traición a la patria, conspiración, instigación a la insurrección, rebelión civil, concierto para delinquir”, entre otros.
Maduro y sus aliados “quieren lanzarse una de Fujimori y seguir con la locura y radicalizando un proceso que saben que no le ha llevado a nada”, dijo Guaidó en una rueda de prensa.
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En 1992 el presidente Alberto Fujimori, que gobernó Perú entre 1990 y 2000, disolvió el Congreso, suspendió la constitución y cerró el Poder Judicial por oponerse a sus planes de gobierno.
“Edgar Zambrano es un hombre íntegro”, indicó Guaidó. “Lo que hacen es perseguir, lo que hacen es hostigar al Parlamento de nuevo, demostrando un poder que ya no tienen, tratando demostrar control que ya no ejercen porque es evidente que ya no tienen el respaldo, el respeto y mucho menos el corazón de Venezuela”.
En abril, atendiendo la solicitud del máximo tribunal, la oficialista Asamblea Constituyente retiró la inmunidad a Guaidó, que preside el Congreso, y autorizó su enjuiciamiento por desacatar una orden que le prohibía salir del país.
Zambrano fue uno de los muchos dirigentes políticos que acompañó a Guaidó en el fallido alzamiento militar del martes para derrocar a Maduro.
La semana pasada, en tanto, fue detenido el diputado Gilber Caro, el segundo miembro del partido político Voluntad Popular, donde milita Guaidó, que es privado de la libertad en los últimos 90 días.
Así mismo, aseguró que Maduro sometió a altos mandos militares a pruebas de polígrafo para comprobar su lealtad, tras la sublevación que lideró contra el mandatario el pasado martes.
“Quiero hacer un llamado a esos soldados (…), que contrasten la respuesta del pueblo de Venezuela que dio en horas, en minutos, acompañándolos en la calle (…), versus los que se encierran y se esconden en cuatro paredes, que pasan por polígrafos a todo su alto mando a ver quién estaba y quién no”, sostuvo el opositor en referencia a Maduro.
Maduro, por su parte, reivindicó la derrota de la “escaramuza golpista” y prometió ir tras los “traidores” durante un acto con la jefatura de la Fuerza Armada y miles de soldados.
Guaidó busca presionar a Maduro para que ponga fin a su mandato, se instale un gobierno de transición y se convoquen elecciones libres lo antes posible. Maduro, por su parte, alega que Guaidó forma parte de un complot dirigido por Washington para derrocarlo.
El líder opositor, que se proclamó presidente interino en enero y es reconocido por más de 50 países, sostiene que el mandato de Maduro es ilegítimo porque logró la reelección en mayo de 2018 en unos comicios fraudulentos.
Venezuela está sumida en la peor crisis económica, que se ha prolongado por más de cinco años, caracterizada por una severa escasez de bienes básicos como alimentos y medicinas y una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional estima que podría alcanzar este año 10.000.000%.
La debacle económica además desencadenó una crisis social y la migración de más del 10% de la población, unos tres millones de personas.