En el marco de la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se efectuó recientemente, Venezuela figuró como uno de los países latinoamericanos con el peor balance en libertad de expresión y de prensa.
Ataques a periodistas por parte de organismos de seguridad, negación de divisas para comprar papel periódico y una alta concentración de medios gubernamentales se destacaron en el sombrío panorama.
El director del periódico venezolano Tal Cual, Teodoro Petkoff, declaró que la importación de materia prima está totalmente controlada por el Estado.
“El gobierno tiene la llave que maneja el flujo de papel de periódico, la abren y la cierran de acuerdo con sus intereses”, dijo a la Voz de América. “En el caso reciente de Tal Cual, ellos cerraron el flujo durante unos días y posteriormente se restableció”.
De igual forma, Petkoff indicó que hay cierta libertad de expresión y, en efecto, todo el que no tiene miedo ni se asusta se puede expresar, claro que corriendo riesgos, porque a su juicio la libertad de expresión está acosada.
“Está permanentemente asediada por un gobierno al que no le gusta que le critiquen. De manera que aquí estamos viviendo siempre en condiciones de riesgo. Se trata de un ejercicio de la libertad de expresión riesgoso, sometido a sospecha permanente por parte del gobierno”, agregó.
Por su parte, el diputado oficialista Julio Chávez asegura que encuentros como el de la SIP son parte de una campaña internacional para arremeter de manera permanente contra Venezuela.
“Fundamentalmente, estos medios, o estos dueños de medios, son los que han estado articulados con la gran prensa internacional, llámese Washington Post, Miami Herald, el ABC de España, el Clarín [de Argentina]. Es decir todos los medios que acordaron en una oportunidad en estas asambleas y en estas reuniones de los enemigos históricos de Venezuela”, dijo Chávez.
Sobre la escasez de papel periódico, el parlamentario aseguró que se debe a una distorsión en la adjudicación de divisas para la importación.
“Si estamos otorgando una divisa, tiene que ser para ese fin que se pide, no para otra cosa, que era lo que estábamos viendo aquí. Hay una gran distorsión, hay una sobrefacturación, en algunos casos”, señaló.