Los venezolanos han agudizado su inventiva para enfrentar la escasez de productos y buscan los medios para llenar una canasta básica, mientras los pequeños empresarios luchan por sobrevivir.
Cada día es un nuevo reto, y como dice en entrevista con la Voz de América Alicia Leefman, propietaria de la repostería Akas, un pequeño negocio de dulces y pasteles, la forma de conseguir los insumos se ha convertido en un verdadero desafío.
“No son solamente las largas filas que debemos formar, es también la escasez de productos específicos para la repostería y la restricción en la cantidad que podemos comprar lo que dificulta nuestro trabajo diario”, dice Alicia lamentando los profundos cambios que han experimentado los venezolanos en su forma de vivir.
Varios eventos se ven afectados por esta situación, en especial las bodas, muchas de las cúales se han visto enfrentadas a decisiones como las de cambiar el pastel por algunos otros elementos sustitutivos.
“No encontramos leche condensada, una de las bases para hacer un pastel de bodas y tampoco hay suficiente mantequilla sin sal que sirve para hacer las galletas”, resume Leefmans mientras cuenta que muchas veces debe recurrir hasta a 10 personas para comprar lo necesario para una receta.
Escuche la entrevista con Alicia Leefmans.
Esta empresaria de pequeño negocio dice tener confianza en que este proceso de escasez termine pronto.
“Todo lo que necesitamos es que impulse nuestra industria, no depender de exportadores que encarecen el precio porque tienen que pagar divisas a precios elevados, y es una tristeza ver como los emprendedores pierden el entusiasmo por esta situación”, concluye.
La situación en Venezuela con productos básicos de alimentos e higiene lejos de mejorar parece empeorar y las perspectivas son mucho más desalentadoras cuando el gobierno anuncia que usará el sistema biométrico en el que se venderán productos con el control de la huella digital.