Venezuela entró en conteo regresivo cuando faltan unas 48 horas para la fecha anunciada por el presidente interino Juan Guaidó, el sábado 23 de febrero, cuando espera iniciar la entrega de lo que ha descrito como "una avalancha" por aire, mar y tierra de ayuda humanitaria a la nación en crisis.
Con gobiernos como el de Estados Unidos, de países de la región y de Europa atentos a lo que pueda ocurrir, cada vez es más tensa la situación mientras el presidente en disputa Nicolás Maduro y los militares cierran filas en el afán de no dejar pasar los alimentos y medicamentos acopiados en Colombia, Curazao y Brasil.
"Atención con esto, el 23 de febrero habrá movilización en toda Venezuela", alertó Guaidó el miércoles en una manifestación de transportistas en Caracas.
Explicó que todos deben estar atentos porque la entrada no solo se hará a través de Cúcuta, Colombia, donde están acumuladas unas 100 toneladas de alimentos y medicamentos donados por Estados Unidos días atrás.
"Estarán las brigadas voluntarias y las brigadas humanitarias, que aquí hay muchas, trasladándose a los puntos de frontera", dijo. "No solamente es Cúcuta, no solamente es Táchira (...) Atento Bolívar, es un punto importante de acceso. Por mar también vendrá ayuda humanitaria, así que Puerto Cabello, en La Guaira, muy pendientes a la movilización, como todo el país".
El acceso por mar a través de la vecina isla de Curazao había sido interrumpido y más militares han sido enviados a la frontera para reforzar la custodia.
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El miércoles la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció que el cierre de la frontera es por tiempo indefinido y que están "bajo revisión" las relaciones con Aruba, Curazao y Bonaire.
Explicó durante una aparición en la televisión estatal que la medida responde a la decisión de Curazao de ser centro de acopio para una "supuesta" ayuda humanitaria. El canciller Jorge Arreaza ha sido encomendado para revisar las relaciones con las islas holandesas.
El director de la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU., Mark Green, ha recorrido en los últimos días sitios donde se almacena la ayuda en Curazao y el miércoles viajó a Miami, la ciudad estadounidense donde vive la mayor comunidad de venezolanos en el país.
Ayuda "por los cuatro costados"
"FALTAN 3 DÍAS!", dijo el miércoles en su cuenta en Twitter la Coalición Ayuda y Libertad, encargada por la Asamblea Nacional de administrar los recursos financieros aportados para la ayuda.
Maduro sostiene que no hay crisis humanitaria alguna, y ha reiterado que el argumento es el pretexto para una supuesta intervención militar extranjera. Países aliados de Maduro, como Cuba, plantean la misma tesis.
"La ayuda humanitaria es un pretexto para una guerra de despojo del petróleo", indicó en su cuenta en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Guaidó y su equipo han continuado solicitando y recibiendo donativos, un tema clave en la hoja de ruta del mandato interino asumido el pasado 23 de enero.
"Estamos convencidos de que la presión va a ayudar a que la ayuda ingrese", dijo recientemente Miguel Pizarro, diputado a la Asamblea Nacional y presidente de la Comisión Especial de Seguimiento de la Ayuda Humanitaria.
Pizarro admite que es posible que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana "lo bloquee todo" el sábado, pero indicó que eso no será para siempre: "Si nos cierran una puerta, nos vamos a meter por la ventana. El sábado va a entrar la ayuda por los cuatro costados".
El también diputado de la Asamblea Nacional y Coordinador Internacional de la Ayuda Humanitaria, Lester Toledo, dijo en un video divulgado en su cuenta en Twitter que los insumos que serán destinados a los más vulnerables se repartirán el sábado "sí o sí".
Del lado de Maduro existe igual determinación. Lo apoyan los altos mandos militares, a quienes Guaidó ha instado sin éxito hasta ahora a que se pongan de su lado en esta contienda.
"Hay que tomar medidas para mejorar, corregir, ampliar, para proteger la frontera, los mares, las costas, para proteger las ciudades, la defensa aérea, anti aérea, perfeccionar, tenemos un nivel militar con un nivel óptimo, en este momento para defender a la causa nacional", ha dicho Maduro.
Lo apoyan los gobiernos de Rusia, China, Siria, Irán, Palestina, Cuba, Bolivia y Nicaragua. Países como México y Uruguay han exhortado a un diálogo que ha sido desestimado por Guidó y naciones que lo respaldan.
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Cómo y por dónde entrará la ayuda humanitaria
La primera entrega de la ayuda humanitaria enviada por EE.UU. se realizó el pasado 7 de febrero a la organización religiosa sin fines de lucro denominada Asociación de Centros de Salud (AVESSOC).
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En el afán por conseguir la entrada de alimentos, medicamentos e insumos médicos donados por Estados Unidos, Chile, Puerto Rico, Alemania, Gran Bretaña, España, Italia y otras naciones, Guaidó y su equipo han establecido un plan y convocado a voluntarios.
Los detalles no han sido revelados, pero el rol de los voluntarios parece clave, supuestos como están a repartir la ayuda dentro de Venezuela.
Maduro y sus simpatizantes ven la medida como una acción de guerra. El ministro de Defensa del gobierno en disputa, el general Vladimir Padrino, declaró estado de "alerta" el martes y prometió rodeado del altos mandos "lealtad" a Maduro: "La Fuerza Armada permanecerá desplegada y alerta a lo largo de las fronteras (...) para evitar cualquier violación a la integridad de su territorio".
Sus simpatizantes culpan a Estados Unidos y a las sanciones económicas del colapso económico, que pasa por una gigantezca hiperinflación y la carencia de alimentos y medicinas que están provocando hambre y muerte en el país.
Sin embargo, ha recibido y repartido donaciones de países aliados en los últimos días. El martes, por ejemplo, Maduro aceptó 300 toneladas de ayuda procedentes de su aliada Rusia.
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La guerra de los conciertos
De cara a la fecha límite del próximo sábado, dos conciertos con antagónicas razones han sido programados en la frontera entre Colombia y Venezuela, justo donde está colocada parte de la ayuda.
Del lado de Colombia, el empresario británico Richard Brason planea el concierto Venezuela Live Aid, con el que espera recaudar 100 millones de dólares. Entre los artistas están entre otros Alesso, Alejandro Sanz, Carlos Baute, Camilo Echeverri, Juan Luis Guerra, Maluma, Maná, Luis Fonsi, Nacho y Paulina Rubio.
Del otro, el concierto Hands off Venezuela, organizado por el gobierno en disputa de Maduro, busca denunciar "la agresión brutal" contra la nación. La lista de invitados no ha sido revelada.