Las afirmaciones del gobierno venezolano de que más de 8 millones de personas votaron para elegir una Asamblea Constituyente contrastan radicalmente con la percepción de la oposición y observadores independientes que la estimaron en menos de la mitad de esa cifra.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, anunció que “8,089.320 de venezolanos” participaron el domingo en la consulta, pero las cifras fueron cuestionadas por dirigentes de la Mesa de la Unidad Demócratica, MUD, la coalición opositora, quienes informaron de una significativa abstención y aseguraron que si acaso unos tres millones de los 19 millones de votantes habilitados intervinieron en el proceso.
“Si no fuera una tragedia...y no significara más crisis, casi que daría risa esa cifra del CNE”, dijo en su cuenta de Twitter el vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Freddy Guevara, al cuestionar el anuncio de la autoridad electoral.
Mientras la MUD consideró el proceso como un “fraude constitucional” y llamó a protestas esta semana en rechazo a la instalación de la Asamblea Constituyente, el presidente Nicolás Maduro celebró la elección como algo “admirable” y aseguró que a participación fue la “más grande que haya sacado la revolución bolivariana” en 18 años.
"Hemos dado una batalla para abrir una compuerta", dijo el presidente, Nicolás Maduro, durante una concentración en la histórica Plaza Bolívar, en el centro de la capital. El mandatario celebró las cifras de participación, afirmando que los comicios se realizaron “casi bajo una guerra”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó la elección y advirtió que continuará "adoptando medidas enérgicas y expeditivas contra los artífices del autoritarismo en Venezuela".
Pero Maduro desestimó esas amenazas de posibles sanciones y sostuvo que a “Venezuela no la ordena ni la mandan desde el exterior”.
Al hablar de las primeras tareas que tendrá la Asamblea Constituyente, Maduro dijo que la Fiscalía General habrá que “reestructurarla de inmediato y declararla en emergencia y tomar el mando para que haya justicia”. La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, que por años fue vinculada al oficialismo, inició hace cuatro meses un enfrentamiento contra el gobierno de Maduro y su iniciativa de reforma de la Constitución.
Asimismo, el gobernante planteó que habrá que revisar la inmunidad de algunos funcionarios y dijo que es posible que algunas de las personas que ha promovido la violencia de los últimos meses “terminarán en una celda”.
El presidente de la encuestadora local Datanálisis, Luis Vicente León, afirmó que el discurso de Maduro anuncia una “radicalización total” del oficialismo, y “pulveriza” la posibilidad de acuerdos que rescaten el equilibrio. Todo indica que el gobierno “aumentará su acción represiva” para reducir los “riesgos internos”, dijo León en un mensaje de su cuenta de Twitter.