Aunque el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, critica constantemente el apoyo de otros países argumentando “imperialismo”, gran parte de las obras sociales y de infraestructura que por estos días entrega en el país, estarían financiadas por otros países.
Según un informe de Bloomberg, desde 2007, el Banco de Desarrollo de China ha prestado a Venezuela cerca de $42.500 millones de dólares, cerca del 23% de los préstamos que la entidad crediticia otorga a nivel mundial.
La agencia señala que en los últimos meses, la cuenta en promesas ya suma por lo menos $12.000 millones, justo cuando la producción petrolera se ha visto estancada y los costos de endeudamiento entre los principales mercados emergentes se encarecieron.
No obstante, y en plena carrera electoral, el mandatario ha copado su agenda con actos de entrega de casas a los pobres, abastecimiento de sus mercados socialistas e inauguración de obras sociales y de infraestructura a lo largo y ancho del país.
Entre tanto, algunas compañías orientales como China Petrochemical Corp, la mayor petrolera y gasífera del país, y China National Petroleum Corp., han venido ganando terreno en la industria petrolera de Venezuela, después de que Exxon Mobil Corp. y ConocoPhillips abandonaron el país por amenazas de nacionalización.
Las nacionalizaciones que se han hecho efectivas durante el gobierno Chávez, han afectado la economía, llevando al país a sortear una inflación creciente que ronda el 18% desde 2007 y encareciendo los costos de endeudamiento.
Adicionalmente, según dijo el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, al diario El
Universal, cerca del 9% de la producción está destinada al pago de la deuda y un 95% de las exportaciones que benefician al país, están relacionados con esa industria.
No obstante, las ganancias dejan dividendos para la inversión pública y acciones como el ambicioso plan de vivienda del mandatario, que planea construir 3 millones de viviendas para el año 2018, uno de los pilares de la campaña de Chávez para derrotar al candidato opositor Henrique Capriles Radonski.
Según un informe de Bloomberg, desde 2007, el Banco de Desarrollo de China ha prestado a Venezuela cerca de $42.500 millones de dólares, cerca del 23% de los préstamos que la entidad crediticia otorga a nivel mundial.
La agencia señala que en los últimos meses, la cuenta en promesas ya suma por lo menos $12.000 millones, justo cuando la producción petrolera se ha visto estancada y los costos de endeudamiento entre los principales mercados emergentes se encarecieron.
No obstante, y en plena carrera electoral, el mandatario ha copado su agenda con actos de entrega de casas a los pobres, abastecimiento de sus mercados socialistas e inauguración de obras sociales y de infraestructura a lo largo y ancho del país.
Entre tanto, algunas compañías orientales como China Petrochemical Corp, la mayor petrolera y gasífera del país, y China National Petroleum Corp., han venido ganando terreno en la industria petrolera de Venezuela, después de que Exxon Mobil Corp. y ConocoPhillips abandonaron el país por amenazas de nacionalización.
Las nacionalizaciones que se han hecho efectivas durante el gobierno Chávez, han afectado la economía, llevando al país a sortear una inflación creciente que ronda el 18% desde 2007 y encareciendo los costos de endeudamiento.
Adicionalmente, según dijo el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, al diario El
Universal, cerca del 9% de la producción está destinada al pago de la deuda y un 95% de las exportaciones que benefician al país, están relacionados con esa industria.
No obstante, las ganancias dejan dividendos para la inversión pública y acciones como el ambicioso plan de vivienda del mandatario, que planea construir 3 millones de viviendas para el año 2018, uno de los pilares de la campaña de Chávez para derrotar al candidato opositor Henrique Capriles Radonski.