El mandatario venezolano Nicolás Maduro anticipó su decisión de romper relaciones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos en varias oportunidades, y ese camino encontró su punto final el miércoles cuando anunció oficialmente su decisión.
Las relaciones entre ambos países han pasado por momentos de gran tensión e incluso retiraron a sus respectivos embajadores en Caracas y Washington dejando las delegaciones diplomáticas a cargo de sus encargados de negocios.
Sin embargo, el anuncio de Maduro se produce cuando Estados Unidos decidió desconocerlo como presidente de Venezuela luego de que el 10 de enero asumiera un nuevo mandato producto de unas elecciones que fueron desconocidas por la comunidad internacional y ejerciendo una presidencia calificada como “ilegal”.
En medio de este contexto los expertos consideran la decisión de Maduro como un simple anuncio debido a que Estados Unidos no reconoce ninguna acción que tome como presidente.
La Voz de América entrevistó al diplomático venezolano, Milos Alcalay, ex embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas y analista de política exterior. El experto pone en consideración la historia que precede a este hecho y considera que Estados Unidos responde de la manera apropiada luego de una difícil relación bilateral.
“Estados Unidos ha asumido una decisión muy valiente y muy digna y es que ha decidido desconocer esas intimidaciones por que si hubiera aceptado esa amenaza injustificada de un gobierno que se aferra al poder a como de lugar prácticamente seria entonces reconocer que el presidente interino y eterno sería Maduro”, destaca Alcalay.
Más adelante el diplomático venezolano reitera que este anuncio se produce en sintonía con el comportamiento que tuvo el gobierno de Maduro en esos años.
“Ese lenguaje de atropello, de amenazas e insultos es lo que ha llevado a una especie de diplomacia de confrontación, de carritos chocadores, y eso es lo que ha desembocado en lo que vemos hoy”, subraya Alcalay.
En esta entrevista, el ex embajador venezolano ante la ONU también se refiere a la importancia de las decisiones estadounidenses que son, en gran medida, un referente para otras naciones.
“La posición de Estados Unidos con respecto a Venezuela no es solamente la que tiene el presidente Donald Trump sino también la de ambos partidos en el Congreso y de la opinión pública y con una visión multilateral que es compartida por otras naciones de la región y de otros sitios en el mundo”, destaca el embajador Alcalay.
Sobre el desarrollo de los acontecimientos en Venezuela que llevaron a la autoproclamación de un presidente encargado, el embajador Alcalay, reflexiona sobre los antecedentes que provocaron este desenlace.
“Las amenazas y el lenguaje de absoluta confrontación que ha tenido Maduro y sus principales voceros generan un clima de mucha tensión a nivel internacional, pero eso no ha hecho otra cosa que países del hemisferio, Europa y otras regiones, vean que deben respaldar un gobierno de transición de la Constitución venezolana y de otros mecanismos regionales que permitan la consolidación de un estado de derecho”
El embajador Alcalay advierte que en el tema de la seguridad de los diplomáticos estadounidenses que permanecerán en Caracas pese a las amenazas de Maduro, deben estar enmarcadas en los convenios internacionales y en la constante vigilancia del Consejo Permanente de las Naciones Unidas.
Sobre la respuesta de Rusia a esta crisis en Venezuela, el embajador Alcalay destaca: “Rusia por su confrontación con el presidente Trump y con Washington ha asumido una posición tal vez más dura de la que tenía cuando era la Unión Soviética, eso es incomprensible, y ojalá que el canciller Lavrov que tiene una gran experiencia y fue mi colega en Naciones Unidas, deje la visión ideológica y asuma lo que carta establece para una solución pacífica”, dijo Alcalay.
Para concluir, el embajador Alcalay reitera: “Lo cierto es que Maduro, al igual que otros presidentes latinoamericanos que ya no están en el espectro político, tiene que admitir que su tiempo ya pasó porque la medida en que se resista su vigencia es cada vez más irregular”, concluyó el diplomático venezolano.