La oposición de Venezuela denunció al gobierno por “fraude” electoral en los comicios regionales del domingo, prometió lanzar protestas pacíficas y condicionó su participación futura en el diálogo y negociaciones con el gobierno.
En un comunicado leído por Ángel Oropeza, portavoz de la coalición opositora, se insistió en las múltiples irregularidades antes y durante los comicios: "ventajismo", corrupción, manipulación y violencia.
“El día de ayer (domingo) se materializó un proceso fraudulento sin precedentes en nuestra historia”, dijo Oropeza. “Nadie duda que las elecciones en Venezuela no son libres, ni justas, ni transparentes”, agregó.
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Según la oposición, a 1,8 millones de electores se les prohibió ejercer su derecho al voto por múltiples motivos y más de 700.000 fueron migrados de sus centros electorales a solo horas de los comicios.
Además, la oposición dijo que 90.537 votos nulos debieron ser adjudicados a sus candidatos, porque se generó una confusión por papeletas en que aparecían los nombres de postulantes que habían perdido las elecciones primarias.
“El régimen asumió el camino del fraude, la violencia, manipulación, ventajismo, trampa, corrupción, extorsión, chantaje, para desconocer la voluntad de nuestro pueblo”, agregó la oposición en el comunicado.
Las posibilidades para el diálogo político con el gobierno también parecieron alejarse. La oposición las condicionan a la revisión de toda la jornada electoral.
"No asistiremos a ningún proceso de exploración, conversación o negociación hasta tanto no se hayan aceptado las auditorías y cambios que requieren la pulcritud inherente al ejercicio de los derechos políticos de los venezolanos”, subrayó Oropeza.
Varios países también cuestionaron el proceso, incluido Estados Unidos, que aseguró que no fueron libres ni justas.
El opositor de a pie amaneció, por su parte, frustrado por los resultados anunciados. Julio Quevedo, de 53 años y desempleo, dijo a la Voz de América que aunque él y otros están "más tristes que nunca, necesitamos una democracia”.
Luis Felipe Martínez, de 46 años, quien decidió no votar a última hora, dijo que los meses de protestas que dejaron más de 120 muertos "se ve que es una lucha en vano”.
El oficialismo por su parte celebró el triunfo, que incluye el neurálgico estado Miranda, que fue gobernado por el líder Henrique Capriles y pasa ahora a manos de Héctor Rodríguez.
“El chavismo está más vivo que nunca, que el chavismo es el futuro de la patria”, dijo Rodríguez.
Los gobernadores serán juramentados por la Asamblea Constituyente.