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OEA continuará buscando soluciones para Venezuela


En Caracas una marcha oficialista protestó la reunión que se realizaba en la sede de la OEA en Washington y que no terminó en mucho.
En Caracas una marcha oficialista protestó la reunión que se realizaba en la sede de la OEA en Washington y que no terminó en mucho.

La “evaluación colectiva” de más de cuatro horas sobre la situación de Venezuela en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA realizada el martes solo logró terminar con una declaración a nombre de 20 de los 34 países que conforman la organización.

La hicieron a manera de expresión pública, sin llegar a ser una resolución oficial, y mucho menos, la activación de la Carta Democrática que la oposición venezolana esperaba.

La embajadora canadiense Jennifer May Loten leyó el documento en que los 20 países, a los que no identificó, se comprometieron a definir "pasos concretos que contribuyan a identificar soluciones diplomáticas" a la crisis política venezolana.

Presumiblemente esos 20 países fueron los mismos que aprobaron la agenda del día —puesta en duda por Venezuela— tras una hora de intervenciones sobre la legalidad misma de la sesión.

Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay votaron a favor. Dos naciones más que las 18 que solicitaron la reunión del martes, que era la cantidad mínima para proseguir.

En contra votaron San Vicente y Las Granadinas, Surinam, Saint Kitts y Nevis, Venezuela, Bolivia, Dominica, Ecuador, El Salvador, Haití, Nicaragua y República Dominicana.

¿Tiene sentido la OEA?

En Caracas, poco después del final de la sesión del Consejo Permanente de la OEA, el presidente Nicolás Maduro afirmó que los adversarios del gobierno socialista venezolano fracasaron en su intento de aplicar sanciones a Venezuela.

"Hemos obtenido una gran victoria para nuestro país. Ni se aprobó la Carta Democrática ni se aprobó el comunicado infame de la coalición de países de derecha, de gobiernos de derecha", dijo Maduro acompañado de sus ministros.

Tras enumerar una serie de casos en los que la OEA desde su creación habría avalado "agresiones" contra gobiernos progresistas y revolucionarios del continente, Maduro se preguntó: "¿Tiene sentido la existencia de la OEA? ¿Tiene sentido la permanencia en la OEA?... Abro un debate nacional e internacional sobre la pertinencia de la OEA y la permanencia de los Estados en esa instancia", agregó el mandatario, sin ahondar en el tema.

Ejercicio acumulativo

La OEA convocó a la sesión extraordinaria apenas horas después de que 14 de sus Estados miembros llamaran la semana pasada a Venezuela a liberar a los presos políticos, convocar a elecciones y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional en una inédita posición conjunta en torno a la crisis del país sudamericano.

Sin embargo, dijeron que la suspensión de esa nación del organismo debería ser la última opción.

El jefe de gabinete del secretario general, Gonzalo Koncke, subrayó que la sesión del martes demuestra lo que describió como un "ejercicio acumulativo. Se inicia la sesión con 14 países que mencionan la gama de problemas, y termina la sesión con 20 países haciendo una declaración".

En Washington, el viceministro venezolano para América del Norte, Samuel Moncada, describió la celebración de la reunión como un "acto hostil" por considerar que un debate sin su autorización equivale a una violación de su soberanía.

Por su parte, el subsecretario de Estado adjunto para el hemisferio occidental, Michael Fitzpatrick, enumeró —sin mostrar preferencia por alguna— propuestas presentadas por varios países, las cuales incluyen crear un grupo de territorios amigos, enviar una delegación a la nación sudamericana para dialogar directamente con actores políticos e invitar a los tres expresidentes que mediaron el diálogo infructuoso celebrado el año pasado con la mediación del Vaticano.

Caracas ha acusado reiteradamente al organismo multilateral de prestarse a los intereses de Washington para atentar contra gobiernos de izquierda en la región.

Un paso adelante

Al conversar con reporteros en la sede de la OEA al final de la sesión, el diputado opositor venezolano Luis Florido consideró como "un paso adelante" el pronunciamiento de los 20 países para seguir evaluando la situación venezolana.

En Venezuela, la dirigente opositora María Corina Machado, tuvo que volver a insistir en que el cambio solo puede venir desde dentro de Venezuela.

“¿De que lado estás? ¿Del lado de dejar a Maduro hasta el 2019 y más, y seguir engañando con una farsa de diálogo? ¿O estás del lado de atender el cambio que requiere nuestro país y apoyar totalmente y de manera irrestricta la posición de Luis Almagro?”, se preguntó.

Al final, una frase de optimismo: “El mundo ha cambiado su posición, el mundo ha entendido que el drama que vivimos los venezolanos es un problema para la seguridad y la estabilidad de la región".

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