Las reuniones en Barbados concluyeron, pero las negociaciones no. El gobierno de Noruega anunció este jueves que se instala una mesa de trabajo "continua y expedita" entre el gobierno en disputa de Venezuela y representantes del gobierno encargado para conseguir una salida a la crisis del país.
Esta tercera ronda de negociaciones culminó el miércoles en la noche, según un mensaje en Twitter publicado por el ministro de Comunicación e Información que responde a Nicolás Maduro.
El ministro Jorge Rodríguez dijo que se trató de un "exitoso intercambio auspiciado por el gobierno de Noruega", pero no ofreció otros detalles.
De acuerdo con el gobierno de Noruega, esta mesa de trabajo se da con el fin de "llegar a un solución acordada y en el marco de las posibilidades que ofrece la Constitución".
Detallaron que las partes estarían haciendo consultas para poder continuar y les pidieron discreción.
Fuentes cercanas a la mesa de diálogo dijeron a la Voz de América que hay tensiones entre las partes que buscan conseguir un acuerdo para frenar la crisis severa que padece Venezuela.
Rodríguez precisó que, "a pesar de la agenda violenta promovida por sectores extremistas de la ultraderecha venezolana, la delegación gubernamental escuchó atentamente las aspiraciones, reflexiones y solicitudes de la oposición en una acción de demuestra la voluntad de conquistar un clima de estabilidad en la nación".
El cierre de las negociaciones, el miércoles, se produce antes de lo esperado, ya que estaba previsto que la mesa estuviera funcionando hasta el fin de esta semana.
Según Maduro, esta tercera ronda seguía una agenda de seis puntos, incluyendo la celebración de elecciones presidenciales con un cambio al Consejo Nacional Electoral, el regreso del chavismo a la Asamblea Nacional y la eliminación de la Asamblea Nacional Constituyente.
Otro punto esencial sería determinar si Maduro estaría o no en las elecciones presidenciales que se celebrarían en un periodo de entre nueve y 12 meses.
La mesa se había instalado el pasado lunes en Barbados, pero es la continuación de una iniciativa que Noruega desde febrero, directamente en Oslo.
Hasta el momento no ha habido información de parte de los representantes del gobierno encargado acerca del desarrollo de esta tercera fase de la negociación.
Una fuente de VOA conocedora del proceso de negociaciación cree posible que haya un acuerdo para que se den elecciones en nueve meses. El tema estaría en si el oficialismo permitiría a los cuatro millones de venezolanos en el extranjero ejercer su derecho al voto.
Se espera que los representantes de la oposición regresen a la nación sudamericana la semana que viene.
Optimismo
Al regresar a Venezuela, el gobernador de estado Miranda, Héctor Rodríguez, uno de los representantes del oficialismo ofreció una rueda de prensa junto a Maduro y aseguró que, si bien no será sencillo, cree posible concertar un escenario de gobernabilidad y respeto mutuo.
“Tengo la percepción de que las partes políticas del país podemos llegar a un acuerdo de convivencia democrática, de paz, de gobernabilidad y donde nos reconozcamos y respetemos mutuamente”, indicó.
Por su parte, Maduro indicó que hicieron compromiso con Noruega y la oposición de cuidar esta mesa de diálogo, que ha sido promovida "por el deseo de paz".
Este mismo miércoles, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que espera que estas conversaciones logren normalizar la situación y pongan fin a la inestabilidad política del país.
A pesar de este optimismo, el proceso de negociación está rodeado de desconfianza, incluso del rechazo de los que se oponen a Maduro y consideran que la iniciativa no hace más que regalar tiempo para mantenerse en el poder pese al rechazo a su gestión dentro y fuera de Venezuela.
El diálogo en Barbados coincidió con la visita a Caracas del enviado especial de la Unión Europea para Venezuela, Enrique Iglesias, quien expresó su optimismo respecto a la iniciativa.
La iglesia pide un “cambio de rumbo”
La Conferencia Episcopal Venezolana realizó una conferencia de prensa este jueves para pedir por el "cambio de rumbo" que pide Venezuela, calificando al gobierno en disputa como "ilegítimo y fallido".
Para la iglesia venezolana, ese cambio se da con una elecciones "libres", "lo más pronto posible". Para ello, entre otras cosas, se debe un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) y que se le permita a los migrantes venezolanos votar.