Venezolanos respondieron al llamado del presidente interino Juan Guaidó y salieron a las calles este lunes para manifestar por la crisis que atraviesa el país y en contra del gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
Uno de los grupos de ciudadanos que decidió salir se concentró en la Avenida Libertador, una importante arteria vial de la capital considerada por el oficialismo como una zona libre de este tipo de manifestaciones.
Su presencia ocasionó que la Policía Nacional, armada con equipos antimotines, los empujara hacia el este de la ciudad, hasta casi llegar al punto de encuentro de la movilización del sábado: Chacaito, bastión de la oposición. En el proceso fueron agredidas mujeres y otros manifestantes.
“Es una cobardía de los funcionarios. Ellos también están sufriendo como el pueblo”, afirmó uno de los asistentes a la convocatoria a la Voz de América. Aquí “la verdadera batalla es contra un sistema”, agregó.
Trabajadores del Parlamento, actualmente controlado por la oposición, también se disponían a manifestar hacia el Ministerio de Finanzas para exigir el cumplimiento de las responsabilidades contractuales. Sin embargo, un piquete de la Policía Nacional también impidió la movilización.
El domingo, Guaidó invitó a los venezolanos a seguir en la calle hasta lograr los objetivos y acompañar a los distintos gremios en sus convocatorias para esta semana. “Tenemos que continuar ejerciendo nuestros derechos”, indicó.
Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), el “descontento de la población” produjo un total de 1.739 protestas en octubre.
Colaboración: Luisana Solano.