Una veintena de voluntarios tuvieron el raro privilegio de asomarse al mundo privado de Frida Kahlo e incluso sostener —envueltas en plástico transparente como protección— cartas escritas de puño y letra de la icónica pintora mexicana, guardadas con celo en el Museo Nacional de Mujeres en las Artes (NMWA en inglés), en Washington.
La institución, la primera de su tipo en el mundo dedicada exclusivamente al estudio y promoción de la obra de creadoras femeninas, atesora una colección de más de 360 piezas de papelería pertenecientes a la pintora. Hasta ahora solo investigadores y visitantes autorizados podían acceder a los archivos del NWMA y consultar las cartas, notas y telegramas enviados por Frida y sus familiares.
Un evento de transcripción y conversión digital de cartas y telegramas preservados en la Biblioteca y Centro de Investigación Betty Boyd Dettre de la institución fue una rara oportunidad para que amantes de la obra de la autora de "Viva la Vida" pudieran leer con sus propios ojos líneas tan íntimas como "mi niño, mi vida" en una misiva dirigida al también reconocido pintor mexicano Diego Rivera, con quien mantuvo un tórrido y tormentoso matrimonio.
Esta labor aumentará el archivo digital de la institución y ampliará el acceso al legado de la artista, dijo a la Voz de América la directora de la Biblioteca, Elizabeth Ajunwa, quien recalcó el "entusiasmo" con que el NMWA acoge este tipo de eventos interactivos.
"Este proyecto es un maratón de transcripción, por lo que las personas básicamente pueden ayudarnos a transcribir las cartas en Español para llevarlas a nuestro sistema en línea en un documento digital para que podamos ponerlo a disposición de los lectores", aseguró.
Las misivas dan un atisbo a la vida cotidiana de la pintora, su vida en EEUU, a donde llegó siguiendo a Rivera; sus relaciones familiares y el amor que profesaba a su esposo, sus padres y sus hermanos. Desde el clásico "come bien" hasta planes y consejos, las cartas ofrecen una mirada a la Frida familiar y cotidiana, el lado más humano detrás del ícono.
"En este momento hemos procesado más de 360 cartas en la colección. Esta realmente nos cuenta mucho sobre su historia, lo que ella estaba enfrentando, lo que ya conocemos sobre sus luchas, sus problemas de salud, su matrimonio, todas las cosas que están sucediendo en su matrimonio con Diego Rivera y conversaciones realmente íntimas con su madre y sus hermanas. Y es realmente fascinante", insistió Ajunwa.
Para los asistentes e incluso las propias especialistas, tener acceso a esta colección es una experiencia invaluable.
"Ves su letra. A veces no quiero ni tocar las cartas. ¡Se siente tan sagrado! Pero es una colección realmente fascinante. Así que estamos muy emocionados de abrir realmente la forma en que las personas pueden interactuar con los materiales porque hasta ahora solo se podía programar una cita y ver la colección, por lo que realmente estamos tratando de encontrar formas de expandir el acceso", destacó la directora.
Las más de 39 cartas transcritas durante el evento celebrado el 18 de mayo en la sede del Museo en la capital estadounidense estaban en español, un reto para muchos de los 25 voluntarios, quienes en su mayoría no son hablantes nativos. En total, 97 nuevos folios fueron añadidos a los archivos digitales de la institución, que pronto los pondrá en línea.
Para proteger las delicadas piezas, los participantes recibieron copias de los originales, que podían ser consultados a voluntad durante el evento, en una rarísima oportunidad para el público general. Varios de los asistentes se acercaron hasta el rincón donde se mostraban las cartas y telegramas, protegidas dentro de sobres de plástico.
Unos se limitaron a tomar fotografías. Otros tomaron en la mano una de las cartas de Frida a Diego, delicadamente, consciente del peso histórico del frágil pliego.
"Cuando vi el anuncio de este evento me emocioné mucho de poder ver un lado más privado de ella. Quiero decir, ella es un ícono, pero ver lo que escribió, lo que la gente le escribió, ver su escritura… me entusiasmó mucho la oportunidad. No hablo español muy bien. Pero simplemente ver otro lado de ella será, pensé, una experiencia realmente significativa", dijo la joven Dania, una de las asistentes, a la VOA.
"Estoy muy emocionada. Esta es una oportunidad increíble y poder hacer esto de forma gratuita y ayudar a la comunidad, ayudar a los investigadores y a las personas interesadas en su vida y su trabajo, es emocionante", confesó mientras tecleaba en su computadora.
Además de la colección de papelería, el Museo Nacional de Mujeres en las Artes exhibe la única obra pintada por Frida Kahlo expuesta públicamente en la capital de EEUU, conocida por la cantidad y calidad de sus museos. Este es motivo de orgullo entre quienes trabajan en la institución.
"Tenemos la única pintura de Frida Kahlo en Washington DC, lo cual creo que es fascinante, puesto que tenemos tantas instituciones maravillosas como el Smithsonian y la Galería Nacional de Arte", indicó Ajunwa. Que el NMWA tenga la custodia de este cuadro, pintado por Frida en 1937, "es maravilloso", insistió.
"Es el autorretrato dedicado a León Trotsky. Y lo sé, León fue uno de sus tantos amoríos, y ese estaba dedicado a él. Es realmente una gran pintura. Y me encanta que tengamos eso y que realmente podamos ampliar las formas en que contamos la historia de Frida", explicó en referencia a la documentada relación amorosa de la artista con el político ruso durante su exilio en México.
Además de preservar el legado de quien quizá sea una de los íconos femeninos más conocidos de la cultura mexicana, el Museo cuenta con una rica colección de artistas de todo el mundo.
Su más reciente exhibición "Nuevos Mundos. Mujeres a Seguir 2024" es una de sus mayores propuestas tras la reapertura de la institución tras una renovación.
La muestra destaca el trabajo de 28 artistas, entre ellas varias hispanas, como la argentina Irina Kirchuk, la chilena Francisca Rojas Pohlhammer, la mexicana Arely Morales, la peruana Graciela Arias y la española Marina Vargas, cuya sobrecogedora escultura a tamaño real recibe a los visitantes.
La representación de su propio cuerpo durante el tratamiento contra el cáncer de mama es un ejemplo de lo que podría ser la monumentalización de las experiencias cotidianas de la mujer.
El NMWA también exhibe "Mantiéndose firmes", una muestra sobre la estrecha relación de los libros y el arte con obras creadas expresamente para el Museo.
En esta exposición, una de las que más relación guarda con las colecciones de la Biblioteca y Centro de Investigación Betty Boyd Dettre, destaca la interpretación de la chilena María Verónica San Martín de las vivencias y recuerdos de las familias de desaparecidos durante el gobierno de Augusto Pinochet.
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