Germaine Franco ya es parte de la historia de Hollywood. Es la primera mujer que ha recibido una nominación a los premios Óscar en la categoría de Mejor Banda Sonora por la película “Encanto”, producida por Disney e inspirada en la cultura colombiana, y la primera compositora latina miembro de la Academia de Hollywood. Y el domingo, puede ganar la preciada estatuilla.
“Me siento muy orgullosa porque soy la primera latina, la primera persona de color y la primera mujer”, explica Franco en declaraciones a la Voz de América.
Reconoce que ha sido un proceso “difícil” y de “mucho trabajo” pero que, finalmente, ha recogido sus frutos.
Sin embargo, aún reivindica el papel de las minorías en una industria que, hoy en día, aún lucha por la inclusión de las comunidades que tienen menor representatividad en el mundo del cine.
Aunque “hay muchas puertas que se están abriendo”, advierte que aún queda mucho por hacer para que las minorías, especialmente los afroamericanos y latinos, tengan una mayor cuota en la industria del séptimo arte.
“Hay muchas organizaciones que están apoyando a las personas de color y a otras minorías, pero los datos nos dicen que ese porcentaje aún es muy bajo”, decía.
En el caso de los latinos, incluso, la situación es más alarmante. Un informe de la iniciativa Annenberg de la Universidad del Sur de California publicado en 2019, antes de la pandemia del coronavirus, aseguraba que solo el 3 % de los protagonistas o coprotagonistas de las películas de esa temporada eran hispanos, a pesar de que esa comunidad representa el 18 % en Estados Unidos.
“En el área de compositores pasa algo parecida. Solo el 7 % ciento de las canciones de las bandas sonoras de las películas están hechas por mujeres y yo soy la única mujer de color latina”, lamentaba consciente de que se necesita “más trabajo, más apoyo y más educación” para erradicar esta situación.
“Tenemos que empezar con las nuevas generaciones, con los niños, con los más pequeños, para que crezcan músicos, compositores, necesitamos mucha educación para que lleguen y puedan trabajar en Hollywood”, agregaba al respecto.
¿Cómo cambiar esa tendencia que durante varias décadas ha prevalecido en Hollywood? Germaine Franco asegura tener la fórmula: “Los latinos tienen que estar a cargo de más proyectos: tenemos que escribir más, hacer más proyectos sobre nuestra cultura y tenemos que crear nuestras propias compañías también”.
“Muchos actores están haciendo eso, pero no es suficiente. Necesitamos más”, dice durante su entrevista a la VOA. Ella trabaja muy de cerca con “Neighborhood Music School”, una organización californiana integrada mayoritariamente por jóvenes hispanos que comparten el sueño de labrarse un futuro profesional en la música. “Estamos preparando a los músicos para que en un futuro puedan trabajar en orquestas, en la música comercial. Pero la mayoría de ellos empiezan a los 9 o 10 años, no podemos esperar hasta que vayan a la universidad, tenemos que empezar antes”, insiste Franco, que ha trabajado en otras famosas producciones de Hollywood como “COCO”, “Kung Fu Panda Land of Awesomeness” o “Work It”.
Sobre su trabajo para componer la banda sonora de “Encanto”, Franco explica que se inspiró en la música colombiana que ha aparecido desde el 1500. “La música pop, la clásica, el jazz, incluso la de los mariachis. Investigué durante muchas horas, vi películas, leí libros de Gabriel García Márquez y de Isabel Allende para crear mi propio mundo en mi estudio”, explicaba.
La música de Carlos Vives, que escuchaba “todos los días”, y el uso de instrumentos típicos colombianos, como la marimba de Chonta, el arpa llanera, varios tambores, flautas, cuerdas y bandolas, pudo acabar de crear esta obra maestra que ha sido reconocida por los miembros de la Academia de Hollywood.
Este domingo, ella asistirá a la 94ª edición de los premios Oscar que se celebran en el emblemático teatro Dolby, en el corazón de Hollywood. La banda sonora de “Encanto” está nominada junto a otras cinco: “Don’t Look Up”, “Dune”, “Parallel Mothers” y “The Power of the Dog”.
Como en años anteriores, está previsto que millones de cinéfilos de todo el mundo sigan esta ceremonia. Sin embargo, ella cree que, aunque hay que aprovechar estas premiaciones como plataforma para alzar la voz de las minorías, debe ser el trabajo el que hable por sí solo con el objetivo de demostrar a la sociedad el papel que juegan estas comunidades.
“Lo importante es que el se muestra el trabajo, que la gente lo esté disfrutando. Sí, podemos estar todo el día hablando y reivindicando, pero tenemos que inspirar a la juventud, tenemos que demostrar al mundo lo que hacemos”, concluye optimista la mujer de raíces de Chihuahua y Durango, en México.
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