El Día de la Independencia de Estados Unidos se celebró de manera un poco diferente en Washington, DC este año, con una demostración del poderío militar y un discurso sobre el patriotismo de presidente Donald Trump.
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El evento atrajo a partidarios de Trump, así como a los manifestantes que acusan al presidente de politizar un feriado no partidista y malgastar el dinero de los contribuyentes.
El presidente Trump habló a la multitud reunida frente al Monumento a Lincoln en el National Mall en Washington durante la celebración denominada “Un Saludo a Estados Unidos”.
"Celebramos nuestra historia, nuestro pueblo y los héroes que orgullosamente defienden nuestra bandera, los valientes hombres y mujeres de las fuerzas armadas de Estados Unidos".
La celebración del 4 de julio en Washington no suele consistir en política partidista, pero este año, hubo protestas que incluyeron el globo "Trump Baby" y un robot Trump que tuitea desde un inodoro.
Amanda Whitehead está en desacuerdo con la celebración de Trump.
"El presidente está politizando un evento no partidista, en particular poniéndose en medio de él y sacando aviones y tanques. Son como sus pequeños juguetes para que pueda sentirse mejor consigo mismo a costa del contribuyente".
"Creo que está haciendo todo lo que necesita para celebrar el país y para apoyar a su gente, a los estadounidenses olvidados", dijo Gil Daniels, un partidario de Trump.
Desde que Trump asistió a la celebración del Día de la Bastilla en Francia en 2017, había querido un desfile militar. Los planes del año pasado se derrumbaron en medio de las preocupaciones de costos y las críticas, las mismas cuestiones planteadas por los críticos este año.
La Casa Blanca insiste en que el enfoque está en el patriotismo, no en la política.
