Jenna Ellis, una abogada que apoyó las afirmaciones infundadas del expresidente estadounidense Donald Trump de que le habían robado la reelección en 2020, entre lágrimas, se declaró culpable el martes de trabajar ilegalmente para revertir la derrota electoral en el estado sureño de Georgia y acordó testificar contra el exmandatario y otros acusados en futuras audiencias judiciales.
Ellis, de 38 años, se convirtió así en el cuarto de los 18 coacusados de Trump en este extenso caso de asociación ilícita en declararse culpable. Al igual que en los otros casos, su acuerdo de culpabilidad con Fani Willis, fiscal de distrito del condado de Fulton, le permite evitar la prisión a cambio de proporcionar pruebas que podrían implicar a otros que intentaron alterar ilegalmente el resultado de las elecciones nacionales para mantener a Trump en la Casa Blanca.
Ellis se declaró culpable de un solo delito grave de complicidad en declaraciones y escritos falsos que afirmaban que hubo un fraude generalizado en las elecciones de 2020. Se trata de una narrativa en la que, aún al día de hoy, insiste falsamente el expresidente Trump, quien se presenta como el principal aspirante republicano para enfrentarse al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2024.
Ellis le dijo a Scott McAfee, juez del Tribunal Superior del condado de Fulton, que estaba equivocada, que otros colaboradores de Trump la engañaron sobre la conducción de las elecciones de 2020 y que ya no cree en la falsa narrativa del robo electoral.
“Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, habría rechazado representar a Donald Trump en esas demandas judiciales post-electorales”, dijo Ellis.
Ellis se enfrentaba a dos cargos en el caso de Georgia, incluido el de violación de la ley estatal contra el crimen organizado. Al impugnar el resultado de las elecciones a finales de 2020, trabajó en estrecha colaboración con el abogado de Trump, Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, que enfrenta 13 cargos en el caso de Georgia.
Como parte de su acuerdo de culpabilidad, Ellis respondió a las preguntas de los fiscales en un largo video grabado sobre sus acciones y las de otros acusados al impugnar el resultado de las elecciones en Georgia. En los últimos días, los fiscales también grabaron entrevistas con los abogados pro-Trump, Sidney Powell y Kenneth Chesebro, antes de que comparecieran ante el tribunal para declararse culpables de varios cargos relacionados con el caso de interferencia electoral en Georgia y aceptaran testificar en futuros juicios.
Ellis acordó cumplir de 3 a 5 años de libertad condicional y 100 horas de servicio comunitario, pagar 5.000 dólares en restitución al secretario de Estado de Georgia y ya ha escrito una carta de disculpa a los residentes del estado.
Ellis trabajó estrechamente con Giuliani a finales de 2020, viajando a los estados políticos de Arizona, Michigan y Pensilvania, junto con Georgia, donde los fiscales dicen que instó a los legisladores estatales a ignorar los resultados electorales que mostraban que Biden había ganado.
Un juez de Colorado ya había amonestado a Ellis por las declaraciones falsas que hizo sobre las elecciones de 2020. Dijo que al hacer estas declaraciones actuó “con un estado mental imprudente” y le dijo al juez que había actuado con motivos “egoístas” y que sus acciones habían “socavado la confianza del público estadounidense en las elecciones presidenciales”.
En el caso de Georgia, de manera destacada, Trump es acusado de solicitar a funcionarios electorales estatales en una llamada telefónica grabada, que le “encontraran” 11.780 votos; uno más que el margen de victoria de su rival. Biden fue el primer candidato presidencial demócrata en ganar el estado desde 1992.
Trump ha negado haber actuado mal en Georgia, así como en otros tres casos penales que enfrenta, que abarcan 91 cargos. No se ha fijado ninguna fecha para el juicio en Georgia, aunque los demás están programados para la primera mitad de 2024, en plena tercera candidatura de Trump a la presidencia.
También está acusado en un caso de interferencia federal en las elecciones en Washington, acusado en Florida de retener ilegalmente documentos de seguridad nacional altamente clasificados después de que terminó su presidencia a principios de 2021 y de frustrar los intentos de los investigadores de recuperarlos. También está acusado en Nueva York de falsificar registros comerciales para ocultar un pago de dinero a una estrella de cine porno en 2016, antes de su exitosa candidatura a la presidencia.
Si es declarado culpable de cualquiera de los cargos iría a prisión.